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CRITICA
Por: PACO CASADO
En el cine español están actualmente de moda, como desde hace ya algunos años, las comedias.
Hay comedias que son autorizadas para todos los públicos y otras que van dirigidas a los mayores.
Estas últimas tienen más interés.
Después de un incidente ocurrido en un avión en vuelo, en el que Clara trabaja como azafata, es suspendida de empleo y sueldo durante seis meses.
Ante la necesidad de ganar dinero en ese tiempo para poder vivir, se dedica a trabajar como cantante.
En ese empleo se encuentra con un muchacho que conoció en el avión y que es compositor de canciones.
Tanto unas comedias como las otras poseen sus espectadores adeptos y sus directores más o menos fijos, que las repiten incesantemente todas ellas con el mismo molde.
El de Luis César Amadori es el de Rocío Durcal a la que acompaña el galán cantante que toca de turno.
Tras abandonar a Sara Montiel, el señor Amadori ha pescado a esta otra cantante.
Con ella ya realizó anteriormente 'Más bonita que ninguna' (1965) 'Acompáñame' (1966), 'Buenos días, condesita' (1967) y ahora 'Amor en el aire' (1967).
Con todas ellas ha repetido el mismo esquema, con el mismo estilo, la misma forma de concebir la historia, incluso hemos encontrado encuadres y posiciones de cámara y de los actores idénticas en unas y en otras.
Si el cine que hacía con Sara Montiel era malo, con Rocío Durcal ha seguido la misma trayectoria.
Para ratificar esto hasta sigue con el mismo guionista, José María Arozamena, que si bien ha dejado la compañía de su inseparable Mas Guindal, el nuevo compañero tampoco aporta nada a esta unión.
Esta película, por tanto, es una copia de las anteriores y para colmo el calco que ha usado en esta ocasión estaba ya muy pasado y la copia ha salido defectuosa y hasta se debió de doblar al meterlo en la máquina de escribir, porque según vemos en este film se nos cuenta justamente dos veces la misma historia: la abuela y el abuelo de los protagonistas a los que casualmente les ocurren lo mismo que a los nietos y como se nos cuenta la vida de los primeros y luego se repite la de los segundos que son idénticas, ya tienen la explicación.
Si inaguantable es la primera,insoportable se hace la repetición.
El único que hace un poco de gracia es el actor José Sazatornil "Saza", a pesar de que los chistes en la mayoría de las ocasiones están metidos de manera forzadísima.
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