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CRITICA
Por: PACO CASADO
Nuestro equipo de Baloncesto de Los Amigos, debido a un error en la inscripción en los campeonatos, esta vez han sido inscritos en la modalidad de Atletismo.
Cecilia es una entrenadora novata que busca un equipo con el que hacer las practicas para obtener el título profesional y tras buscar en muchos clubs, se tropieza con éste de Los Amigos.
Lo primero que tiene que hacer, según Julio, el director, es buscar a los componentes del equipo y volver a reunirlos a todos.
Una vez conseguidos tratará de convencerlos de que esta vez han de competir en atletismo.
Pero falta uno, Sergio, que tras robar las medallas de oro que les proclamaban campeones, fueron descalificados, y se siente culpable por ello.
Finalmente es encontrado y lejos de ser repudiado por los compañeros, lo quieren a rabiar y ello le motivará para ser decisivo en esta ocasión.
El guion vuelve a estar firmado por Fesser y Marqués aunque en esta vez se une al equipo Athenea Mata, resultando igual de ingenioso.
No cabe duda que Javier Fesser es un director singular, capaz de hacer cine cómico con cuatro de las cinco películas anteriores como igualmente dirigir una tan seria como 'Camino' (2008).
Para esta sexta de su filmografía ha vuelto de nuevo al cine cómico con este segundo capítulo con esos seres entrañables de actores no profesionales que componen este grupo de discapacitados que ya tuvieron un inesperado triunfo con la anterior logrando más de 19 millones de euros en la taquilla y la consecución de tres Goyas (mejor película, director y Jesús Vidal actor revelación), que a buen seguro volverán a tenerlo con esta nueva entrega, en la que en la parte final tiene una etapa de videojuegos, que tanto gustan a los jóvenes, en las competiciones que le da un aire diferente.
En ella no falta nada de las características del film precedente, como el buen humor, la humanidad, el cariño, el afán de superación, y la amistad que rige entre ellos lo que origina muchos momentos de buena comicidad en los que el espectador ríe a carcajada de manera espontánea, siempre con ellos, con sus actitudes, con sus salidas, con sus improvisaciones, pero nunca nos reímos de ellos o de sus discapacidades.
Aunque en cine se dice con frecuencia que nunca segundas parte fueron buenas, este caso lo contradice, ya que el logro de ésta es tan interesante como el conseguido con la primera.
Hay que destacar que aparte de los discapacitados, que se llevan el mayor logro de la interpretación, hay también la presencia de actrices como la debutante Elisa Hipólito (hija de Carlos Hipólito) que hace un notable trabajo como la entrenadora Cecilia o de Claudia Fesser como su ayudante o del veterano Juan Margallo en el papel de Julio.
La labor de Javier Fesser es más que meritoria no sólo por su colaboración en el original guion, sino también en la dirección teniendo que conducir a un grupo tan diverso de actores no profesionales con sus circunstancias particulares.
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