|
CRITICA
Por: PACO CASADO
La reposición de 'El exorcista' (1973) ha vuelto a poner de moda el género del terror satánico con títulos como 'Stigmata' (1999), 'Poseídos' (1998), 'El sexto día' (2000), etc., a los que hay que añadir ahora 'La bendición' (2000).
Maggie O'Connor, que es enfermera en un hospital de la ciudad de Nueva York, recoge al bebé de Jenna, su hermana, que ha caído en la drogadicción.
Jenna regresa seis años después en compañía de su nuevo marido, Eric, jefe de una siniestra secta, para secuestrar a Cody, porque la niña tiene poderes paranormales, con los que es capaz de sanar a un pajarito o encender velas con la mente, según ha descubierto el agente del FBI John Travis, un experto en rituales relacionados con el ocultismo .
Un ex-seminarista, ahora agente del FBI, y especialista en estos caso, lleva a cabo la investigación.
El film apunta de pasada el tema de la manipulación infantil, los abandonos de bebés o las reclamaciones de hijos abandonados, pero no se interesa demasiado en ellos.
Prefiere, en cambio, dar relieve a los efectos especiales, que resultan más comerciales, sobre todo en la segunda mitad, pero a la postre es la parte peor.
Si se hubiera orientado por el lado de las sectas satánicas y los temas apuntados, el resultado sería más interesante.
La cinta posee algunas escenas logradas y otras que son realmente ridículas, por lo convencionales que resultan, que no aportan ninguna novedad.
Chuck Russell hace con 'La bendición' (2000) su cuarta película tras realizar 'Pesadilla en Elm Street 3: Los guerreros del sueño' (1987), La máscara (1994), 'Eraser' (Eliminador) (1996), con una esforzada Kim Basinger, breve pero interesante Christina Ricci, y una estupenda fotografía de Peter Menzies jr. que, con una puesta en escena más sobria, no hubiera resultado realmente tan mediocre.
Premio Blockbuster para Christina Ricci
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE