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CRITICA
Por: PACO CASADO
A John Kramer, los doctores le han diagnosticado un cáncer cerebral, lo que hace que le quede poco tiempo de vida, tan sólo unos meses.
Un día se encuentra con un antiguo compañero de terapia que le comunica que él se sometió a un nuevo tratamiento, que le hizo desaparecer su dolencias y está como nuevo.
Tras darle el teléfono se pone en contacto con la doctora Cecilia Pederson para someterse al indicado tratamiento, para lo que le hace un hueco en la lista de espera, le pide que le envíe el diagnóstico y tras darle cita se marcha a México.
El lugar en el que ha de someterse a la operación está en un sitio secreto, ya que las autoridades sanitarias aún no lo han aprobado.
Tras someterse a ello, posteriormente, al llevarle un regalo en agradecimiento a una de las enfermeras, descubre que la clínica ha desaparecido y que ha sido víctima de una gran estafa.
A partir de ahí John Kramer persigue a los estafadores a los que somete a las pruebas que son habituales en esta veterana serie, aunque cada vez inventando nuevos juegos a los que somete a los delincuentes, ahora convertidos en víctimas de los macabros juegos de Jigsaw.
Estamos ante una de las franquicias de terror más veteranas que se ha prolongado a lo largo de dos décadas llegando ya al décimo capítulo.
Aunque el esquema, sobre todo en la segunda parte, es el mismo, sin embargo, esta vez comienza dándonos una primera escena de tortura que nos sirve de recordatorio, y a partir de ahí y durante algo más de media hora todo transcurre de una manera plácida, contándonos una historia que parece de la beneficencia, con personas de aparente buen corazón que tratan de hacer el bien a los demás y salvarles la vida a los que están en fase terminal.
Todo ello hace contraste con la segunda mitad en la que la violencia y la imaginación para idear las nuevas torturas es lo que más llama la atención y lo que hace que parezca nueva, una vez más, aunque sepamos de ante mano cual será el final, pero en este caso nos reserva un nuevo giro con sorpresa que hace prolongarse la narración más que en las ocasiones anteriores, casi rozando las dos horas de duración.
El argumento y el guion corresponden a Pete Goldfinger y John Stolberg, siendo ambos los que idearon los guiones de anteriores entrega de esta serie como 'Saw VIII' (2017) y 'Spiral. Saw' (2021).
En cuanto al capítulo directivo corresponde a Kevin Greutert que está al mando de la franquicia desde el inicio y tan sólo ha faltado en las entregas VI y VII, por lo que este último sigue en la misma línea de los anteriores en cuanto a la realización.
Como todas las cintas de esta saga, posee escenas realmente escalofriantes que pueden resultan muy fuerte para espectadores algo sensibles por el realismo con que se llevan a cabo algunas de ellas.
Por su parte el actor Tobin Bell ha ido envejeciendo como su personaje, llegando ya a los 81 años y sigue incorporando a John Kramer en esta nueva película de la serie siguiendo en la cabecera del reparto.
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