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CRITICA
Por: PACO CASADO
Esta es la segunda versión que se hace en el cine español sobre el texto clásico de Fernando de Rojas.
Mientras que la anterior que fue dirigida por César Ardavín de 1969 se ajustaba fielmente y respetaba el texto literario, la que ahora nos ofrece Gerardo Vera lo hace por libre, eliminando el verso y le da un aire mucho más moderno y de acercamiento al público espectador de hoy.
Calixto siente una loca pasión por Melibea que parece rechazarle.
Parmeno y Sempronio, solicitan los servicios de una vieja alcahueta llamada Celestina.
La anciana, gran conocedora de las debilidades humamas, utilizará los sentimientos de los amantes a su antojo, mediante la obtención de dinero o prebendas.
En esta película, segunda del director Gerardo Vera, como en la primera, 'Una mujer bajo la lluvia' (1992), que adaptaba la comedia de Edgar Neville, La vida en un hilo, confecciona una realización tan aséptica que resulta fría, tal vez porque Gerardo Vera hace lo que mejor sabe hacer, que es cuidar los decorados, el vestuario y la ambientación a la perfección como hombre proveniente del teatro.
Estupenda igualmente la selección de la música con temas de dos excelentes partituras, el Concertino, de Salvador Bacarisse y la Fantasía para un gentilhombre, de Joaquín Rodrigo, que son las piezas fundamentales que acompañan la trama.
Se apoya en un bien estructurado guion de Rafael Azcona, al margen de que respete o no el texto, pero le sale una especie de Romeo y Julieta, light, de amores castos, sin pasión en la parejita, en contraste con los secundarios, personajes mucho más hechos, más de carne y hueso, mejor diseñados y también interpretados.
En este sentido el fallo de esta 'Celestina' (1996) está, fundamentalmente, en la pareja protagonista, que no acabamos de creérnosla.
Están superados, Penélope Cruz por Maribel Verdú y Candela Peña, por citar las jóvenes.
Ellas saben poner la inteligencia y la carnalidad pretendidas por Gerardo Vera.
Y Juan Diego Botto por Nancho Novo, Jordi Mollá e incluso Carlos Fuentes en su corto papel, que resultan más viriles, ambiciosos y seductores.
El director parece que se ha encariñado más con ellos que con la pareja central.
De Terele Pávez esperábamos más, pero está ajustada a su personaje y cumple bien su cometido.
Conociendo la frialdad de su realizador mucho temíamos a esta nueva versión de 'La Celestina' (1996) que tan sólo nos ha satisfecho en parte, al margen de la versión que nos da de la obra de Fernando de Rojas.
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