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CRITICA
Por: PACO CASADO
El cine español pone de manifiesto con esta producción que también sabe hacer animación en el cine y lo demuestra con esta 'Robot Dreams' (2023), dirigida por Pablo Berger que, tras pasar por el Festival de Cannes, el de Sitges y más recientemente el Festival de Cine Europeo de Sevilla, se instala ahora en las pantallas de toda España.
Dog Varon es un perro solitario que vive en Manhattan poblado por animales y para paliar ese mal decide poner en marcha la audaz idea de construirse un robot que sea su compañero para que le haga compañía y así aliviar su maldita soledad.
Con el tiempo se hacen tan amigos que ambos llegan a funcionar como si fueran dos almas gemelas, corriendo simpáticas aventuras por las calles del Nueva York de los años ochenta.
No obstante ocurre que durante la última noche del verano Robot se queda sin aceite en la playa pero con tan mala fortuna que no se puede poner en pie.
Entre tanto unos desalmados le hace daño y le rompen una pata.
Cuando Dog va a rescatarlo a la mañana siguiente se encuentra que la playa ya ha sido cerrada hasta el verano siguiente y a pesar de sus esfuerzos por abrir, el vigilante se lo impide.
Dog busca nuevas amistades y mientras Robot sueña con él.
Pero no terminan ahí las aventuras de Dog y su Robot.
De ello se encarga el ingenioso guion de Pablo Berger que está
basado en la famosa y popular novela gráfica de la escritora norteamericana Sara Varon, publicada en 2007, que cuenta las aventuras y desventuras de Perro y Robot en la ciudad de Nueva York y los sueños que éste tiene en el tiempo que está abandonado en la playa, de ahí su título.
Lo primero que llama la atención a la hora de la realización es que no tiene diálogos, ya que todo se cuenta con la imagen y la verdad es que se entiende muy bien no hacen falta ni se echan de menos.
En su lugar la música de Alfonso Villalonga remarca los momentos más emocionantes o los más divertidos, a base de redobles de batería o haciendo versiones de una canción del grupo norteamericano Earth Win & Fire, September.
Los fondos de Nueva York están muy estudiados, no en vano el director estuvo diez años allí estudiando cine haciendo así un homenaje a la ciudad de los rascacielos.
La película está llevada a un bien ritmo, por lo que la narración no aburre en ningún momento, sino todo lo contrario engancha desde el inicio la atención del espectador.
Al bilbaíno Pablo Berger, uno de los directores más originales e innovadores del cine español, le recordarán por algunos de sus títulos anteriores como 'Torremolinos 73' (2003) el largometraje de su debut y 'Blancanieves' (2012) donde ensayó por primera vez el cine sin diálogos, dos films que estaban también a una buena altura en cuanto a su realización.
Es la historia de una bonita amistad llena de melancolía aunque sea entre un humano y una máquina.
Premio Contrechamp a la mejor cinta en el Festival de Annecy. Mejor película en el Festival de Sitges. Premio del público en el Festival de Bucheon. Premio Octopus al director en el Festival del pulpo. Premio especial del jurado en La animación es película.
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