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CRITICA
Por: PACO CASADO
Que el cine americano está falto de nuevas ideas no cabe la menor duda, ya que no sabe qué historia contar.
Por ello se agarra a un clavo ardiendo cuando encuentra un tema distinto.
Y no es que el que ofrece esta película lo sea, porque más bien nos suena a versión femenina y juvenil de Regreso al paraíso (1998), de Joseph Reuben, que a su vez no era más que la edición norteamericana, con ligeros cambios, del film francés Fuerza mayor.
Dos amigas al terminar el curso en el instituto deciden hacer un viaje de placer a Tailandia, donde conocen a un chico australiano que las invita a visitar Bangkok y en el aeropuerto en lugar de aparecer el muchacho lo que parecen son dos kilos de droga en la mochila de una de ellas, por lo que son condenadas por traficantes a pasar 35 años en la cárcel.
Al rebajar la edad de las protagonistas, en este caso interpretadas por Claire Danes y Kate Beckinsale, se ha tratado de quitar hierro a la cuestión y Jonathan Kaplan no carga la mano en la miseria de las cárceles, ni el sufrimiento físico de las chicas, aunque da un toque de atención sobre la corrupción existente en las autoridades y la policía de aquel país e incluso de algunos norteamericanos allí residentes que se aprovechan para sacar unos dólares a las familias para librarlos de tan embarazosa situación al no saber el idioma y que le cambien en la declaración lo que no han dicho.
Cinta realizada con clara intención comercial, por el director de Acusados (1988), con bella fotografía de Newton Thomas Siegel y una interpretación simplemente pasable en la que no se cargan las tintas en ningún momento y a veces hubiera sido deseable que así fuera.
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