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CRITICA
Por: PACO CASADO
Llama la atención que un director como el inglés John Irvin acostumbrado a hacer películas de acción como 'Los perros de la guerra' (1980), 'Ejecutor' (1986), 'La colina de la hamburguesa' (1987) o 'Robin Hood: El magnífico' (1991), se meta a dirigir una comedia como 'El pico de las viudas' (1993).
El film narra la llegada al lugar de Irlanda de la pequeña población de Kilshanon, más conocido por el Pico de las viudas, por el escaso índice de mortalidad femenina, en donde nada ocurre nada especial, solo la rutina domina las vidas de las señoras que componen el círculo de damas, en el que no tiene cabida ninguna mujer que pertenezca a una clase especial privilegiada. y por la gran cantidad de ellas que allí habitan.
Un día llega a esta población otra más, ésta joven y atractiva viuda, segura de sí misma y poco amante de los convencionalismos y, Kilshanon, no volverá a se como era antes, ya que de alguna manera revolucionará la tranquilidad del pacífico pueblo.
La acción se desarrolla en los años veinte y la más vieja dama del lugar es la que en cierta forma impone su voluntad.
Tiene un hijo soltero, abogado, que no ejerce y protege a una solterona que cuida rosas para concursos.
Estos, unidos al boticario son los únicos elementos diferentes del lugar.
La llegada de la joven viuda ocasiona la rivalidad con la solterona madura.
En esta simpática comedia hay también lugar, en el ultimo tercio, a que se introduzcan algunas pinceladas de suspense con crimen incluido y sorprendente final.
De camino se da un repaso crítico a la intransigencia y se denuncia la Irlanda clasista y mojigata de esa época, así como determinadas costumbres de sociedad tan puritana como aquella.
Realizada con soltura y buen gusto, por un director artesano como John Irvin, la cinta está primorosamente interpretada por las tres ilustres actrices que encabezan su reparto.
La veterana Joan Plowright, viuda de Laurence Olivier, que impone sus reales con simpatía.
Mia Farrow que hace el papel de la solterona, que en principio iba a interpretar su madre Maureen O'Sullivan.
Y la más joven de todas, Natasha Richardson, hija de Tony Richardson y Vanessa Redgrave, digna sucesora de tan alta tradición, que se ha convertido en la mejor actriz inglesa de su generación.
Su trabajo en esta película le llevó a conseguir el premio de interpretación femenina en el Festival de Karlovy Vary el pasado mes de junio.
A este buen elenco hay que añadir el partido que se le saca a los espléndido paisajes irlandeses, la cuidada ambientación, la inspirada música de Carl Davis y se obtiene un agradable pasatiempo, aunque con un guion un poco tramposillo, original del escritor irlandés Hugh Leonard, con un divertido argumento y jocosos episodios, que maneja bien los diálogos, sobre todo en los personajes femeninos que son los que más abundan en el film.
Premio a la mejor película en el Festival de Austin.
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