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CRITICA
Por: PACO CASADO
Hace ocho años la cinematografía francesa realizó una película que tituló Barbacue, que se puede traducir por 'Barbacoa' a la que en España se le tituló 'Barbacoa de amigos', que en su país tuvo una gran éxito siendo una de las más comerciales de la temporada. En ella se contaba la historia de una reunión de matrimonios amigos en la que se hablaba y se criticaba de todo con cierta elegancia, con situaciones extraídas de personajes y de hechos reales.
Se nos exponían sus aficiones al deporte, los problemas personales, sus conflictos y desavenencias matrimoniales para terminar diciéndose las verdades a la cara.
Pasados esos años el cine francés vuelve a tomar a esa misma pandilla de amigos para celebrar el cincuenta cumpleaños de uno de ellos, Yves, y para ello han planeado llevarlo a Paros, en Grecia, para poder disfrutar del sol pasando unas breves vacaciones, donde han alquilado una casa.
Pero debido a que el vuelo se ha cancelado y el próximo no sale
hasta quince días después, decide el propio homenajeado, que lo celebrarán en el caserón familiar que él tiene en Bretaña.
De esa forma las soleadas vacaciones se convertirán en lluviosas porque así es el clima de esa región en la que suele llover incluso en agosto.
Pero curiosamente a esta nueva entrega de los mismos amigos, interpretados por los mismos actores (salvo Florence Foresti) y con el mismo director al frente, se le titula en el original francés Plancha y en España en lugar de continuar con Barbacoa de amigos 2, se le pone el título de 'Felices 50!', lo cual no nos parece que sea lógico el título dado en Francia, ni en España, dado el éxito del primer film.
Aquí de nuevo se vuelve a plantear los problemas más o menos parecidos a los de la primera con un esquema igualmente similar.
Yves nos presenta su enorme mansión y va distribuyendo a las parejas por las distintas habitaciones y contándonos la historia de cada una de ella y de los personajes que durmieron allí.
El resto del argumento, como en la anterior, son los problemas de cada una de las parejas a las que vamos conociendo más o menos en profundidad, y entre ellos está Baptiste que se interesa en saber si han hecho un nuevo club de amigos y no han contado con él o Antoine que se comporta mal y termina pidiendo perdón a todos y así podríamos seguir con cada una de las parejas.
El argumento resulta entretenido metiéndonos en los problemas de unos y de otros, pero nos parece una cinta bastante plana en la que no hay ningún suspense en lo que va a ocurrir a continuación.
La historia termina en una fiesta que se celebra en el pueblo cercano bailando todos y tan amigos como siempre, siendo como en la primera parte todo un canto a la amistad.
La dirección de Eric Lavaine podríamos decir que es más o menos similar a la de la primera entrega e igual ocurre con el correcto trabajo los actores que interpretan a los distintos personajes que en la anterior, como los buenos profesionales que son y así se comportan.
Lo que no sabemos es si ha tenido el mismo éxito de taquilla que la anterior al no tener el título de continuación.
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