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CRITICA
Por: PACO CASADO
Las obras de Alfonso Paso son con frecuencia fuente de inspiración para las cintas que realiza el cine español en los últimos años.
Con asiduidad los productores asisten a todas y cada una de las obras que de este autor se estrenan en los escenarios madrileños, y al terminar la actuación acuden rápidamente, dándose codazos por los pasillos, en busca del escritor para ser los primeros en adquirir los derechos para llevarla al cine, no siempre con la misma fortuna.
No podemos decir de esta lo mismo que de "Los palomos", por ejemplo. Le falta la inspiración, defecto implicito ya en el argumento de paso y ha sido aumentado por la escasez de ingenio del realizador, que no ha hecho casi nada por salvar la película y mucho menos por cubrir tan siquiera el expediente de director cinematográfico.
El film adolece por tanto de lentitud, hasta hacerse pesado y tedioso, despertándonos de la inconsciencia en que nos sumerje tan solo la gracia aislada de alguna frase picante o lo escultural de las actrices, que aparecen fugazmente.
De los actores no sobresale ninguno. Muy mal Javier Armet, sobre quien recae gran peo de la película.
En cuestiones morales, la película es poco o nada recomendable por el tema elegido, ya que trata irrespetuosamente una labor de apostolado, equivocado además, así como la moral del protagonista poco recomendable, debido sobre todo al tono humorístico en que está tratado todo.
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