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CRITICA
Por: PACO CASADO
Durante mucho tiempo nos quejamos de lo mal que andaba nuestro cine y de las pocas películas interesantes que producía. Preferíamos entonces los productos franceses o de los grandes maestros italianos.
Pero desde hace algunos años Italia se encuentra sumida en una de las peores etapas de la historia de su cinematografía, sin nuevos valores que tengan relevancia internacional y sin despuntar en los festivales de cine.
Una prueba de lo que decimos puede ser esta nueva comedia, que nos llega con dos años de retraso, que supone el debut como director de Vincenzo Salemme, autor, director teatral y actor de algunos films de Nanni Moretti, que ha decidido pasarse tras la cámara en su triple faceta de director, guionista y protagonista.
Un doctor que se ha de operar a vida o muerte pide a su mejor amigo que le haga posible cumplir su último deseo: que le permita hacer el amor con su guapa esposa.
Esto que se cuenta en menos de un minuto tarda una hora en ponerlo en imágenes el nuevo genio, con un guion que no hace más que dar vueltas sobre lo mismo, confiando en las posibilidades, más físicas que artísticas, de la modelo de Wonderbra, la checa Eva Herzigova, que demuestra su inexperiencia e ineptitud ante las cámaras.
En esto lo que le acompaña el novato realizador que se ha atrevido con el difícil arte de la comedia sin el más mínimo reparo y con un resultado nada positivo.
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