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CRITICA
Por: PACO CASADO
Con frecuencia hemos oído en sus conversaciones a nuestros mayores, que a veces iban a ver "Los cuadros". Naturalmente se referían al cine, a los primeros tiempos de la cinematografía cuando se instalaba una pantalla en una plaza pública y por los diez céntimos que costara el café se veían "Los cuadros".
Esta palabra de cuadros denota con bastante claridad lo que es una gran parte del cine americano de la época de oro y aún de nuestros días.
Muchos directores se limitan a poner una fotografía sin mayor preocupación de utilización del auténtico lenguaje cinematográfico y del poder que este representa: el montaje.
Esta despreocupación es la que se observa en esta película, fruto de un director, veterano en estas lindes y esta clase de películas, que no tiene la más mínima capacidad artística, sino artesanal, de un oficio que ha ido aprendiendo con el paso del tiempo.
Posee momentos jocosos del guion que levantan un poco el ánimo al aburrido espectador que no se puede creer las cosas que allí se cuentan debido fundamentalmente a la inverosimilitud del planteamiento argumental del asunto.>
El resto del equipo técnico y artístico no destaca más de lo que nos tiene habitualmente acostumbrado el cine americano.
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