Título: | EL RETRATO DE DORIAN GRAY | |
Tit. Orig.: |
DORIAN GRAY | |
Nacionalidad: | INGLATERRA, 2009 | |
Dirección: | OLIVER PARKER | |
Guión: | TOBY FINLAY. Basado en la novela de OSCAR WILDE | |
Fotografía: | ROGER PRATT | |
Música | CHARLIE MOLE | |
Interpretes: | BEN BARNES, COLIN FIRTH, BEN CHAPLIN, REBECCA HALL, FIONA SHAW, EMILIA FOX, RACHEL HAR-WOOD, CAROLINE GOODALL y MARYAN D'ABO | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 16 AÑOS | |
Duración: | 112 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Han sido varias las versiones que se han llevado a la pantalla de la novela de Oscar Wilde y ahora nos llega una más, la del director londinense Oliver Parker, especialista en adaptar sus obras, ya que antes lo hizo con "Un marido ideal" (1999) y "La importancia de llamarse Ernesto" (2002), dos divertidas comedias a las que les sacó un provechoso partido.
Aquí se atreve de nuevo con Wilde, pero esta vez su contenido es dramático, y con una cierta actualidad, dada la preocupación de los jóvenes de hoy por la belleza, aunque quizás es un tema de siempre. No obstante Dorian Grey se puede considerar el ideal de la fuerza de la belleza en la juventud.
La historia es sabida. Dorian Grey se deja llevar por Lord Henry por el camino de la degradación moral, sin que afecte a su integridad física, tras un tácito pacto con el diablo que permitirá que las huellas del paso de los años, se vean reflejadas en su retrato y no en su rostro. Cada mala acción o crimen que comete afecta al cuadro, pero lo oculta a todos y tan solo le vemos al final convertido en un auténtico monstruo.
Oliver Parker ha respetado el espíritu y la esencia de la novela, aunque ha alterado tanto el principio como el final y ha introducido un nuevo personaje, el de Emily, la hija de su mentor, el inmoral Lord Henry. Emily es su última oportunidad de redención, pero no está en las páginas del libro, como tampoco el tono terrorífico que le ha dado.
El guión cambia la estructura narrativa de la novela, sin hacer una versión moderna del mito, critica la obsesión por la belleza y ha sido más libre a la hora de escenificar la perversión de Dorian Gray, tanto en su aspecto sexual, siendo más explícito, como en lo delictivo, mostrándose incluso sádico, sin que en ningún momento se justifiquen sus crímenes.
Especialista en cine de época, Parker logra una correcta ambientación de la Inglaterra victoriana, bien ilustrada, sin tratar de reinterpretar el personaje. En su contra hay que apuntar el tono que le da al relato, con una puesta en escena sencilla, elegante a veces, pero se queda en la superficie, sin profundizar, resultando una versión insípida, insustancial y bastante plana.
De los actores el mejor Colin Firth como Lord Henry, a pesar de que su personaje ha sido algo simplificado, bien Ben Chaplin con menos papel, sin fuerza para ser Dorian Gray, Ben Barnes, que da el físico, pero resulta soso y sin altura.