Título: | EL FIN ES MI PRINCIPIO | |
Tit. Orig.: |
DAS ENDE IST MEIN ANFANG | |
Nacionalidad: | ALEMANIA, ITALIA, 2010 | |
Dirección: | JO BAIER | |
Guión: | FOLCO TERZANI, ULRICH LIMMER. Basados en la novela de TIZIANO y FOLCO TERZANI | |
Fotografía: | JUDITH KAUFMANN | |
Música | LUDOVICO EINAUDI | |
Interpretes: | BRUNO GANZ, ELIO GERMANO, ERIKA PLUHAR, ANDREA OSVÁRT, NICOLÓ FITZ-WILLIAM LAY | |
Censura: | AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS | |
Duración: | 98 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Tiziano Terzani (1938 / 2004), un periodista aventurero, que vivió el mayo del 68, la guerra de Vietnam y al que le deslumbró China, confiesa a su hijo antes de morir sus propias experiencias vividas y le pide que no cometa sus mismos errores.
Para pasar sus últimos días, afectado por un cáncer, se traslada en compañía de su esposa Ángela, a la casa que tiene en la región de la Toscana italiana y pide a su hijo Folco que venga de Nueva York para redactar juntos sus memorias, libro en el que está basado el guion de esta película, escrito por el propio Folco Terzani en compañía de Ulrich Limmer.
El film lo constituye las largas conversaciones paterno-filiales en las que hablan de lo humano y lo divino, reflexiona sobre la muerte y no tenerle miedo a ella, ya que es lo último que nos queda por conocer, ante la cual tenemos el temor a perderlo todo.
Habla del mayo del 68 en el que la juventud quería cambiar la sociedad, proteger a los pobres de los ricos; de su corresponsalia en la guerra de Vietnam, de cómo Mao acabó con las raíces de China con su revolución cuyo fracaso tanto le influyó, del afán del hombre por saber por qué estamos en este mundo, de las consecuencias de la guerra y de cómo el hombre es el animal que más destruye nuestro planeta o de cómo a la naturaleza nada le trastorna y porqué no aprendemos de ella. Toda una vida para acabar no siendo nada.
En estas líneas está condensada su filosofía de vida mientras habla con su hijo en una puesta en escena que cambia de escenario constantemente, bien en las habitaciones de la casa o en los espléndidos paisajes de la Toscana, para hacer más llevaderos los largos discursos y pensamientos que le transmite, con el que termina reconciliándose tras muchos años distantes, para terminar muriendo rodeado de Ángela su mujer, sus dos hijos, Folco y Saskia y sus nietos, y cuyas cenizas fueron esparcidas al viento.
Posee un extraordinario trabajo del veterano Bruno Ganz pero resulta minimalista y no apta para todos los públicos a los que les puede aburrir, ya que el interés está en el pensamiento que transmite su caminar por la vida de este autor apegado a la tierra con una trayectoria atractiva en busca de la verdad y el sentido de las cosas, con cuyas notas vitalistas pasa revista a su vida y deja a su hijo la herencia de su aprendizaje vital, con su mensaje humanista y espiritual ante la muerte.