|
RITICA
Por: PACO CASADO
Esta serie de películas es una prueba palpable de que al cine americano lo primero que le interesa es la industria y el dinero. Bien es verdad que 500 millones de dólares recaudados es una buena razón comercial para continuar con el filón, pero también habría que tener en cuenta la dignidad profesional.
El tipo de comedia americana que puso en marcha John Landis con Desmadre a la americana (1978), tuvo continuación en inefables títulos que le siguieron sobre estudiantes hambrientos de sexo, y se complicó más con el toque soez, escatológico y desvergonzado de los hermanos Farrelly.
De esa conjunción salieron estas historias de American Pie (1999) y sus secuelas con zafios y groseros gags que ya se han hecho populares y famosos.
El instituto East Great Falls, las estudiantes de intercambio extrajeras y las vacaciones escolares ya son cosas que pertenecen al pasado.
Aquí estos descerebrados gamberros sexuales han llegado a una cierta madurez y uno de ellos, Jim Levenstein, ha decidido casarse con su sosita novia, Michelle Flaherty, que quiere que la boda salga perfecta, pero eso no va a ser nada fácil.
Cadence, la imponente hermana de la joven, ha venido en avión para hacer de dama de honor.
Cuando Stifler y Finch la ven, se abre la veda para intentar conquistarla en una guerra sin cuartel entre ambos.
Pero los problemas no terminarán ahí para Jim, ya que antes de organizar la boda deben celebrar la despedida de soltero.
Todo el argumento gira en torno a los preparativos de la boda, las bromas pesadas, la despedida de soltero para terminar con final feliz como estaba previsto desde el inicio.
Cada uno de los capítulos ha tenido una dirección distinta y esta vez ha correspondido a Jesse Dyland, hijo del famoso cantante, que debutó en la dirección de un largometraje con Buen rollito (2001), y continúa en esa misma línea con este film, que no es ni siquiera peor que los anteriores, sino igual de malo o incluso mejor.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE