Título: | TRES VECES 20 AÑOS | |
Tit. Orig.: |
TROIS FOIS 20 ANS | |
Nacionalidad: | FRANCIA, INGLATERRA, BÉLGICA, 2010 | |
Dirección: | JULIE GAVRAS | |
Guión: | JULIE GAVRAS, OLIVIER DAZAT | |
Fotografía: | NATHALIE DURAND | |
Música | SODI MARCISZEWER | |
Interpretes: | ISABELLA ROSSELLINI, WILLIAM HURT, DOREEN MANTLE, KATE ASHFIELD, AIDAN McARDLE, ARTA DOBROSHI, LUKE TREADAWAY, LESLIE PHILLIPS, HUGO SPEER, JOANNA LUMLEY, SIMON CALLOW | |
Censura: | AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS | |
Duración: | 95 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Los hijos de los famosos cinematográficos a veces se arriman a la profesión de sus mayores, lo que no siempre suele ser una ventaja, ya que en ocasiones es más bien una carga tener sobre sus espaldas el peso de la celebridad de sus padres y también sucede que no siempre triunfan como lo hicieron ellos.
Así le ocurre a Julie Gavras que, como su apellido indica, es hija del director griego, afincado en Francia, Constantin Costa Gavras, autor de títulos tan famosos como "La confesión", "Z", etc.
Tras hacer de ayudante de dirección en "Amén" y actuar como actriz en "Arcadia", ambas cintas de su padre, debutó como directora con un documental en 2002 y de ficción en "La faute à Fidel!" (2006).
Julie Gavras presentó su segundo largometraje de ficción en la sección a concurso del Sevilla Festival de cine europeo titulado "Tres veces 20 años" (2010), con el que a diferencia de su padre, que hacía cine político y social, ella debuta en la comedia romántica con esta sátira en torno a las personas que están a punto de entrar en la tercera edad.
Adam y Mary tienen casi 60 años, son muy activos, compaginan el trabajo con los hijos, los nietos y los amigos, llevan mucho tiempo casados, lo que supone vivir las alegrías y las penas de ese estado. Ella ha abandonado la enseñanza y él es un prestigioso arquitecto que acaba de recibir un premio a su carrera, lo que significa casi una retirada.
Al parecer ya no se aman y deciden separarse, cuando descubren, con sorpresa, que acaban de iniciar la cuenta atrás y de entrar en el colectivo de la vejez, ante lo que reaccionan de forma muy distinta. Tienen tres hijos ya mayores y también vive la madre de ella, una divertida anciana.
Adam lo lleva bien, relacionándose con jóvenes arquitectos para emular sus años jóvenes, aprender las nuevas corrientes de su profesión pero desesperadamente se niega a aceptarlo.
Mary nota ya sus arrugas, trata de hacer ejercicios para mantenerse en forma y olvidarlas, pero no le acaba de dar resultado y eso asusta a su propia familia y a sus amistades.
Ante esas perspectivas cada uno se busca un amante, pero en el fondo no olvidan su pasado, lo que les puede llevar a una inevitable separación que todos tratan de evitarla.
La película ironiza sobre esas personas que disimulan su edad, lo que ello supone en sus vidas y lo hace de una forma sincera, como en realidad lo lleva muy bien su protagonista en la vida real, Isabella Rossellini, la cual no ha necesitado de trucos, ni maquillaje para encarnar a esa mujer madura, pero aún de buen ver, que representa muy bien los años que tiene y que aquí hace el papel de una alocada abuela que termina por asumir su edad. Es una actriz valiente que asume su personaje con libertad, sin necesidad de retoques físicos. En cambio el personaje de Hurt no admite fácilmente lo que el inmediato futuro le aguarda.
El homenaje a la tercera edad y su reflexión está entre las mejores virtudes de este largometraje, amable y tierno hecho en tono de comedia y ambos actores están muy bien encajados en la edad que sus papeles requieren.
El film tiene un aire de comedia divertida, con secuencias jocosas que entretienen dignamente al espectador, aunque se echa de menos alguna falta de ritmo, posiblemente debido a la inexperiencia de la novata directora, más momentos cómicos y profundizar algo más en el problema que planea, para ser una comedia redonda.