Título: | INVICTO | |
Tit. Orig.: |
INDISPUTED | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2002 | |
Dirección: | WALTER HILL | |
Guión: |
DAVID GILER, WALTER HILL |
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Fotografía: |
LLOYD AHERN II |
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Música | STANLEY CLARKE | |
Interpretes: |
WESLEY SNIPES, VING RHAMES, PETER FALK, MICHAEL ROOKER, JON SEDA, FISHER STEVENS, DAYTON CALLIE |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 13 AÑOS | |
Duración: | 92 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Walter Hill insiste en el cine de acción más puro, esta vez mezclando el deporte del boxeo con el género carcelario para rehabilitarse a los ojos de la crítica a pesar de hacer una película que hemos visto muchas veces en el cine y en la televisión.
A la prisión de Sweetwater llega un preso especial: es George 'Iceman' Chambers, campeón del mundo de boxeo que ha sido desposeído de su título y condenado por la violación de una jovencita.
Pero en la misma penitenciaría está Monroe Hutchen, durante diez años campeón invicto del torneo entre prisiones, un sentenciado a cadena perpetua, que es campeón del penal y pronto se las ingeniarán para hacer que ambos se enfrenten y demostrar quién es el mejor al quedar vencedor.
El enfrentamiento entre ellos será inevitable.
Hay una clara inspiración en el caso de Mike Tyson para crear el personaje de George Iceman Chambers, aunque después la historia vaya por otro lado.
La anécdota es corta y previsible, pero el mérito está en cómo se cuenta este cruce entre los géneros deportivo y carcelario en el que el realizador ya había tocado el tema de las peleas ilegales.
Es ahí donde Walter Hill saca su experiencia de viejo realizador que se inició precisamente con un relato boxístico, con el titulado 'El luchador' (1975).
Tiene a sus órdenes para ello a dos actores afroamericanos más populares del momento a los que cuadran muy bien sus papeles y que se encuentran en buena forma física, ya que al parecer las peleas las llevaron a cabo de verdad y sin dobles, haciendo boxeo en estado puro, sin retórica y por derecho, sin planos artísticos, ni artificios visuales.
Film de acción, duro, descarnado y brutal, dirigido a un público eminentemente masculino, realizado por Walter Hill a buen ritmo, con habilidad y rigor, con un estilo propio, soslayando algunos tópico, gracias a su trayectoria cinematográfica, mientras que otros son inevitables.