Título: | LA VENTA DEL PARAÍSO | |
Tit. Orig.: |
LA VENTA DEL PARAÍSO | |
Nacionalidad: | ESPAÑA, 2012 | |
Dirección: | EMILIO RUIZ BARRACHINA | |
Guión: |
GONZALO SUÁREZ, ANDRÉS ACEVEDO. Basados en la novela homónima de EMILIO RUIZ BARRACHINA |
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Fotografía: |
JOAQUÍN MANCHADO |
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Música |
SERGIO GONZÁLEZ CARDUCCI |
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Interpretes: |
ANA CLAUDIA TALANCÓN, WILLIAM MILLER, CARLOS IGLESIAS, JUANJO PUIGCORBÉ, MARÍA GARRALÓN, TXEMA BLASCO, MARIVÍ BILBAO, SATURNINO GARCÍA, RAFAEL CALVO, SOLEÁ MORENTE |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 12 AÑOS | |
Duración: | 93 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Emilio Ruiz Barrachina, escritor y periodista, es un director madrileño que debutó con la película 'A la sombra de los sueños' (2004) y tras hacer el documental 'Lorca. El mar deja de moverse', volvió al largometraje de ficción con un ambicioso film 'El discípulo' (2010) con un reparto internacional que fue mal acogido lo que le hizo volver al documental con 'Morente' (2011), que resultó más interesante y ahora de nuevo regresa a la ficción con 'La venta del paraíso' (2012) con un presupuesto muy bajo y un guion basado en su novela homónima, editada en 2005.
Ese paraíso al que hace alusión el título es con el que sueña Aura María, una chica mexicana, que viaja a Madrid con un contrato de trabajo. Cuando llega comprueba que ha sido estafada y va a parar a la peculiar pensión de Doña Pura cuyos inquilinos son pobres emigrantes que para pagar el alojamiento trabajan en una cutre línea caliente clandestina, que se unen solidariamente.
Es una especie de cine costumbrista, con elementos dramáticos a través de los cuales nos hace un retrato de la España actual donde este tipo de engaños a emigrantes es frecuente, donde existe el paro, donde mucha gente no tiene para comer o dónde dormir y van a parar a esa extraña y surrealista fonda constituyendo entre todos esos pobres una especie de corte de los milagros, de locos unos y menos cuerdos otros a donde llega Aura María, que busca trabajo desesperadamente hasta que ya no puede más, descubriendo con amargura que la tierra prometida no existe.
A través del argumento vamos conociendo la historia de algunos de esos personajes, como el juez que perdió a su esposa y se viste con su ropa para no olvidarla, que se dedica a hacer traducciones y oculta su nombre bajo el de la máquina de escribir que aún utiliza, Olivetti; Osvaldo, un argentino afinador de pianos, que sueña con dirigir una orquesta con la Obertura 1812, de Peter I. Tchaikovsky; El Paisa, un buscavidas que trapichea con objetos que vende aquí y allí; Andrés, el hijo de Doña Pura, un joven con una misión que cumplir o los cabezas rapadas que apalean a un homosexual llevados de su homofobia.
También conoceremos algo más de la vida y oculto pasado de la joven protagonista.
Hay escenas convencionales y otras esperpénticas en el final.
Todos estos y muchos más se podrían seguir enumerando como cosas y personajes que suceden todos los días y que fácilmente se pueden extraer diariamente en los periódicos.
Para no ser un director importante, Barrachina ha conseguido un reparto interesante, (es el último trabajo de Marví Bilbao fallecida poco después) pero demuestra con su irregular realización que aún le falta que aprender en cuanto al ritmo que hay que darle a una comedia surrealista como la presente.