Título: | ME DEBES UN MUERTO | |
Tit. Orig.: |
ME DEBES UN MUERTO | |
Nacionalidad: | ESPAÑA, 1971 | |
Dirección: | JOSÉ LUIS SÁENZ DE HEREDIA | |
Guión: | JOSÉ LUIS SÁENZ DE HEREDIA | |
Fotografía: | EMILIO FORISCOT | |
Música | GREGORIO GARCÍA SEGURA | |
Interpretes: | CONCHA VELASCO, MANOLO ESCOBAR, GRACITA MORALES, AGUSTÍN GONZÁLEZ, ROBERTO CAMARDIEL, ANTONIO GARISA, JESÚS GUZMÁN, ALICIA HERMIDA, MARÍA LUISA PONTE | |
Censura: | AUTORIZADA PARA MAYORES DE 18 AÑOS | |
Duración: |
102 MINUTOS |
---|
Por PACO CASADO
José Luis Sáenz de Heredia lleva hechas -bien o mal- muchas películas. Su carrera es prolífica y comercial, como la de casi todos los realizadores hispanos veteranos. Su último filón, de unos años para acá, es el tándem Velasco-Escobar o Escobar-Velasco, según se prefiera, que simultanea con algún que otro film, normalmente con más pretensiones, como "Los gallos de la madrugada".
Lo que le pasa al señor Sáenz de Heredia es que no sólo dirige estos films, sino que -como en el caso presente- hace su argumento, guion e incluso diálogos. Y como rueda uno tras otro, se le agota la imaginación.
Eso es lo que le ha debido pasar en "Me debes un muerto", una cinta cuyo esquema argumental, e incluso algunos diálogos, están calcados de aquel antiguo y excelente film de Alfred Hitchcock titulado "Extraños en un tren". Tenemos, en efecto, la posibilidad de un doble crimen intercambiado entre dos personas cuyas relaciones con la víctima respectiva es nula. Así, yo te mato a tu asesinado en potencia, y tú me matas el mío. Esto era la base de la película de Hitchcock y esta es la del film de Heredia, que para mayor escarnio, sitúa el desenlace en un Parque de Atracciones, como también sucedía en "Extraños en un tren".
Así las cosas en cuanto a carencia de originalidad, Heredia cae en sus tópicos habituales, su cariño por meter sueños (desde los tiempos de "Todo es posible en Granada"), su nulo sentido musical (introduciendo canciones a lo loco), su rígido sentido del humor (incluso utilizando figuras más que aceptadas por el público) y una narración carente de medida, que se salta varios días de golpe o por el contrario se demora varias secuencias para un hecho argumentalmente secundario.
Hecha con torpeza, sin habilidad, con unos titubeos impropios de un profesional con tantos años en el oficio, el film puede parecer más estandard simplemente porque tiene más medios, más decorados, más dinero, pero nada más.
En la temática, todo es retrógrado, con una presentación burda de la psicología, y en los actores, como siempre con Escobar bastante natural y Conchita, no tanto.