Título: |
PENSIÓN A LA ITALIANA |
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Tit. Orig.: |
MARE MATTO | |
Nacionalidad: | FRANCIA, ITALIA, 1962 | |
Dirección: | RENATO CASTELLANI | |
Guión: |
LEONARDO BENVENUTI, PIERO DE BERNARDI, RENATO CASTELLANI |
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Fotografía: |
TONI SECCHI |
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Música |
CARLO RUSTICHELLI |
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Interpretes: |
JEAN-PAUL BELMONDÓ, GINA LOLLOBRIGIDA, TOMAS MILLIAN, ODOARDO SPADARO, PIETRO TORDI, NOËL ROQUEVERT, DOMINIQUE BOSCHERO, TANO CIMARROSA |
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Censura: | AUTORIZADA PARA MAYORES DE 18 AÑOS | |
Duración: |
119 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Hay veces que el crítico sale de la sala con un cierto sentido de culpabilidad. Esto ocurre cuando una película que tiene un director, un productor, unos actores y un músico que otras veces han funcionado a la perfección y que cuya sola presencia en una ficha técnica ya son una garantía de éxito, y han fallado lamentablemente.
Así sucede, en cierto modo, con “Pensión a la italiana”. Tenemos un productor, Franco Cristaldi, al que ya en otra ocasión le denomínanos “el mecenas del cine italiano”, porque era el hombre que acometía las empresas más arriesgadas, que nadie quería emprender y porque había puesto constantemente su dinero descubriendo a jóvenes valores de la cinematografía italiana.
Podemos decir que es el padre de la nueva generación de directores interesantes de Italia. Tanto él como Carlo Rustichelli han trabajado formando equipo con Pietro Germi consiguiendo obras fenomenales.
A Renato Castellani no hay que echarle flores. Su solo nombre es ya de por sí suficientemente conocido.
Qué pasa, pues, porqué no funciona esta vez el conjunto. Nosotros particularmente creemos que tienen una gran parte de culpa los guionistas. Al serle presentado un horrible guion que no tiene pies ni cabeza, ni dice nada interesante, ni es lo suficientemente cómico como para tomárselo a broma.
Castellani no se ha entusiasmado con la idea y la ha dirigido como el que hace algún acto cotidiano, con la mano izquierda, podíamos decir.
Puestos en esta situación ni los actores cumplen, ni tienen papel para ello. Incluso se ha echado mano de recursos cómicos tan viejos como el contraste entre la voz en off y la imagen que vemos.
Participó en la Sección oficial de la Mostra de cine de Venecia de donde se fue de vacío.