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CRITICA
Por: PACO CASADO
Una chica provinciana llamada Jerrica Benton compone una canción y Kimber, su hermana pequeña, sin pedirle permiso, la graba, la cuelga en las redes sociales y se convierte en un éxito, lo que hace que una compañía de discos se interese por ella y la convierta en una estrella mundial, en compañía de su hermana Kimber y las adoptadas Aja y Shana.
Junto a este aspecto musical está el relato del padre, un inventor que dejó a medias al morir la creación de un robot, al que llama Synergy, y el regalo de unos pendientes que le hace a su hija que están relacionado con él, en el que se encierra un ligero suspense que aporta a la historia, y también le deja grabado un holograma que encierra una bonita lección.
El guion se inspira en una serie de animación creada en 1983 para la televisión (en España se llamó Jem chica pop) que hizo furor en esos momentos, especialmente en el público femenino que se identificaba con sus heroínas, que animaban a las espectadoras a ser libres, creativas y fiel a su propia identidad.
La verdad es que no hacía falta ya que no tiene nada de original lo que aquí se cuenta que no lo hayamos visto más de una vez en historias de superación hasta llegar a lo más alto.
La serie resaltaba el poder de las mujeres, la honradez y la integridad en el mundo de la música, lo que se ha trasladado ahora en personajes de carne y hueso con la idea de conquistar a una nueva generación.
El director de títulos como 'Street Dance' (2008) y 'Step Up 3' (2010), el coreano Jon M. Chu, que fueron sus dos primeros largometrajes, le daban la experiencia suficiente para meterse en esta producción eminentemente musical, en la que se introducen varias canciones en las actuaciones que ellas llevan a cabo, que en cierto modo alargan en exceso el metraje.
El propio director era un auténtico fan de pequeño de la serie y ha tratado de darle el mismo espíritu a la película que ha hecho sobre ella, a través del mensaje de encontrarse a uno mismo, modernizándola en lo referente a las canciones y a la moda que visten sus protagonistas femeninas, siendo así una cinta muy femenina, de mujeres, entre las que anda el juego, siendo los personajes masculinos meros comparsas que apenas si tienen sitio, salvo el caso de Río que tiene algo de más papel en su ayuda a las chicas.
Para las nuevas generaciones que no tuvieron ocasión de ver la serie el film resulta totalmente nuevo en cuanto a la aventura que lleva a cabo este grupo de chicas que se quieren de verdad, además del parentesco que hay entre ellas, como lo demuestra que son capaces de perdonarse cuando los productores de la casa de discos pretenden que Jem grabe en solitario y quedar a las demás fuera, sin dejarse llevar por la fama del estrellato.
Junto a las cuatro actrices jóvenes Aubrey Peeples, Stefanie Scott, Aurora Perrineau y Hayley Kiyoko que incorporan a las chicas está la actuación de dos veteranas como Molly Ringwald y Juliette Lewis que aportan su experiencia a los personajes adultos.
Una película del director Jon M. Chu para gente joven que se lo pasa bien con las canciones a la que no se le puede pedir más que para lo que fue creada, aunque no gustara a los fans de la serie animada.
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