12 Noviembre 2020. El Festival de Sevilla acoge la presentación de 'Nuevo Cine Andaluz', una mirada a cinco películas que han marcado una época.
El Espacio Santa Clara del Ayuntamiento de Sevilla ha acogido esta mañana la presentación del libro Nuevo cine andaluz (Editorial Comunicación Social) de Manuel Blanco (Sevilla, 1980) dentro de la programación de actividades que complementan el programa de proyecciones del 17 Festival de Sevilla, que se celebra hasta el sábado 14 de noviembre. El autor, profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla, ha conversado junto al actor malagueño Antonio de la Torre en una mesa moderada por Marina Lanza, miembro del equipo del certamen, y Lourdes Palacios, vicepresidenta de la Academia de Cine de Andalucía.
Nuevo cine andaluz analiza cómo la reconversión de la industria cinematográfica ha afectado al sector, focalizando el estudio en cinco propuestas de cine andaluz que han reinterpretado la historia reciente de Andalucía: la reconstrucción sociopolítica en la incipiente democracia española en La isla mínima (Alberto Rodríguez, 2014) la estructura interna del uso coercitivo de la violencia por parte del Estado durante la consolidación democrática en Grupo 7 (Alberto Rodríguez, 2012) y El hombre de las mil caras (Alberto Rodríguez, 2016), las consecuencias sociales de las prácticas fraudulentas por parte de la banca en la crisis española de 2008 en Techo y comida (Juan Miguel del Castillo, 2015) y los temas recurrentes del perdón, el pecado, la incomunicación y la redención en nuestra sociedad en Caníbal (Manuel Martín Cuenca, 2013).
Durante su intervención, el autor del estudio ha incidido en el cambio que ha sufrido el concepto del cine andaluz, y en cómo las cinco películas que analiza cambiaron la historia del cine hecho en Andalucía. En su opinión, “las historias andaluzas han sido silenciadas, pero se está haciendo un rescate, de modo que el microcosmos del sur se está empezando a reflejar muy bien en el cine. Las historias populares y humanas se están filtrando en la pantalla”. De esta manera, a juicio del autor, “el cine andaluz es un documento histórico y una manera de entenderse. El pueblo andaluz comienza a explicarse a sí mismo”.
Por su parte, Antonio de la Torre (Málaga, 1968), protagonista de tres de los títulos analizados en el libro -Grupo 7, Caníbal y La isla mínima-, ha destacado la necesidad de reforzar las producciones andaluzas. En palabras del ganador de dos Goya (y el intérprete que más nominaciones ha acumulado en la historia de estos galardones, con un total de 14), el cine andaluz comienza con Padre coraje, “una serie grabada como cine” y gracias a la que por primera vez sintió “que en Andalucía podemos hacer cine dramático andaluz”. El intérprete considera que “en España y Andalucía se hace cine a pesar de las autoridades” .
Además, Lourdes Palacios, autora del prólogo del libro, ha subrayado “cómo el cine ha ido calando en nuestra tierra. Al principio era solo una anécdota, pero ahora es internacional, como ha quedado demostrado con la elección de La trinchera infinita como candidata por la Academia del Cine a la carrera de los Oscar”. En los años 80, ha recordado “ni siquiera se hacía una película al año”.
El acto, desarrollado en colaboración con la Librería Caótica, se ha cerrado con una de las célebres citas de Orson Welles dedicadas al cine y a su relación con esta tierra: “Es imposible hacer una buena película sin una cámara que sea como un ojo en el corazón de un poeta. Y aquí en esta tierra, Andalucía, hay mucho corazón y mucha poesía”.