10 Diciembre 2020. La “creatividad salvaje” de los cineastas africanos en los tiempos de COVID emerge en la primera jornada de formación e industria de ‘El Árbol de las Palabras’.
El VIII Foro de formación El Árbol de las Palabras ha inaugurado esta mañana su rama formativa y de industria de la mano del Programa ACERCA, de capacitación para el desarrollo en el sector cultural, de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). Este foro, celebrado en el marco de la 17 edición del Festival de Cine Africano de Tarifa Tánger y por primera vez con formato online y emisión en directo, contribuye a la formación de profesionales en el sector de la cultura y las industrias culturales en general, además de en los países donde trabaja la AECID en particular.
Esta nueva edición de El Árbol de las Palabras ha sido presentada por Elena González, jefa del Departamento de Cooperación y Promoción Cultural de la AECID, quien ha recordado cómo esta institución lleva apoyando este festival desde sus inicios en 2005, “porque creemos indispensable apoyar esta iniciativa, una de las más importante en la difusión del cine africano en el mundo hispanohablante".
Desde el año 2013 la AECID ha intensificado esta colaboración con el FCAT con el inicio de El Árbol de las Palabras, “una formación única en españa dedicada a promover el debate y la reflexión en torno al cine africano que se realiza a través del programa ACERCA de la Agencia Española de Cooperación", en palabras de Elena González.
La primera webinar, dentro de un programa específico dedicado a la formación e industria africana que se cerrará este viernes, ha llevado por título Cines africanos, cines independientes: el negocio del cine en tiempos virales en un mundo interconectado y multi-pantallas. En la conversación han participado Khadidia Djigo, directora de la sala cinematográfica Canal Olympia Teranga en Dakar (Senegal); la cineasta nigeriana y directora artística del Festival Internacional de Cine de África, Chioma Onyenwe; y Theresa Hill, programadora de cine documental y gerente de Steps, una organización sin ánimo de lucro, apasionada por el poder de los documentales para transformar, cambiar y mover el mundo. La conversación ha estado moderada por el periodista, gestor cultural y miembro del equipo del FCAT, Federico Olivieri.
Las tres ponentes en pantalla han evidenciado, en primer lugar, cómo la formación específica en el sector del cine en el continente comienza a incorporar a las mujeres cineastas, ya que generalmente son las mujeres el público mayoritario de cine en los países africanos. La sesión ha comenzado lamentando el cierre de salas de cine en casi toda África debido a la pandemia. Un hecho que ha llevado “al aumento” del consumo audiovisual online a través de las plataformas, en donde “existen algunas películas africanas”. Para Theresa Hill, “la demanda de contenido africano ha aumentado. Netflix tiene algunos beneficios, pero también desventajas. En cuanto a la distribución, si estás encerrado en Netflix, también estás encerrado en términos de audiencia. No todo el mundo tiene acceso a Netflix".
Khadidia Djigo se ha referido a que los cineastas están haciendo películas sin las subvenciones con las que contaban antes de la COVID 19, “ya no tienen acceso a esos recursos y tienes que recurrir a su creatividad, por lo que existe una creatividad salvaje justo ahora”, ha expresado la gestora senegalesa.
Por su parte, la cineasta Chioma Onyenwe ha revelado que plataformas como YouTube y Facebook se están asociando con las empresas de telefonía para ofrecer paquetes a los usuarios. “Si compras 200 MB, también puedes ver YouTube, así es como conquistan el mercado. Si Netflix quiere una suscripción masiva, tendrán que seguir ese modelo”.
Las tres ponentes han coincidido en que la falta de apoyo gubernamental a los realizadores y a la cultura en general es un problema común en prácticamente todos los países del continente africano.