9 Junio 2023. "Hikikomori", competirá en Short Shorts Film Festival & Asia, evento que califica para los Oscar de Hollywood y los premios Goya.
Short Shorts Film Festival & Asia (SSFF & ASIA) es uno de los festivales más importantes de cortometrajes del mundo. Su nueva edición se celebra en Tokio, del 7 al 20 de junio de 2023. ‘Hikikomori’, protagonizado por Nerea Elizalde, ha sido seleccionado en la competición internacional, optando a la calificación para los premios Oscar y Goya. Dada la naturaleza del cortometraje, dirigido por el cineasta, historietista y agitador cultural Borja Crespo, participar a concurso en el evento japonés adquiere especial importancia. Producido por Sayaka Producciones (‘No me gusta conducir’, ‘Cinco lobitos’), en colaboración con Katz (‘Cuerdas’), con el patrocinio de Basque Audiovisual, ‘Hikikomori’, galardonado en varias citas cinematográficas, cuenta la historia de una joven influencer adicta a la cultura japonesa. Afronta el reto de no salir de su habitación para nada, como un “hikikomori’, término japonés que se utiliza para referirse a un fenómeno social en auge que señala a personas solitarias que se retiran de todo contacto social y no abandonan su casa, o habitación, en mucho tiempo, incluso años. La protagonista vive aislada del mundo mientras cuenta su confinamiento a los seguidores de su canal. Debido a una pandemia mundial, no es la única persona que se ve obligada a permanecer en casa encerrada.
‘Hikikomori’ habla de la aceptación de lo diferente, de los lazos afectivos, de la búsqueda de identidad, de nuestra relación con las nuevas tecnologías y el equilibrio emocional. Ainara, Nara Moon, es una otaku en toda regla. Apasionada por el manga, el anime y la música K-pop, ha creado su propia realidad, enganchada a Internet. Aislada entre las cuatro paredes de su pequeño mundo, está rodeada de muñecos, juguetes, cómics y objetos que reafirman su identidad, un planeta imaginario donde habitan sus filias. Se siente cómoda rodeada de sus fetiches, de todo lo que le gusta y le hace feliz.
La música de ‘Hikikomori’ es una creación de Aránzazu Calleja, ganadora de un Goya por su trabajo en ‘Akelarre’. Su aportación enfatiza algunos momentos de realismo mágico, con algunos acordes hipnóticos que ayudan a comprender el peculiar mundo de la chica protagonista y su choque con el entorno familiar, dos maneras de entender la vida completamente opuestas que pueden encontrarse. Partiendo de algunas muestras de sonidos orientales como inspiración, en consonancia con la pasión por la cultura pop que defiende la youtuber, el resultado es rabiosamente original. Calleja compuso también la banda sonora de ‘El Hoyo’, uno de los fenómenos del año del confinamiento, además de colaborar asiduamente con el cineasta donostiarra Borja Cobeaga en títulos como ‘Fe de etarras’, ‘Negociador’, ‘No controles’ o ‘Pagafantas’. ‘Psiconautas. Los niños olvidados’, de Alberto Vázquez y Pedro Rivero (Premio Goya 2017 a la Mejor Película de Animación), es otra de sus notables aportaciones.
El imaginativo vestuario, a cargo de Nerea Torrijos, y el maquillaje y peluquería de fantasía que luce exultante la protagonista, obra de Arritxu Eizmendi, también destacan, llamando la atención dada la peculiar personalidad de la protagonista, una otaku que fusiona elementos propios de las nuevas tendencias, imágenes iconográficas del manga y anime y corrientes renovadoras en la moda actual. El contraste con la familia alimenta un tono cinematográfico poco habitual, entre la comedia y el drama, con toques de cine social y mucho más. Torrijos se llevó el Goya por su participación en ‘Akelarre’. ‘Vitoria, 3 de marzo’, la serie ‘Caminantes’, ‘Desde la sombra’ o la producción estadounidense ‘American Carnage’ también figuran en su currículum. A este cruce de talentos se une la espectacular dirección artística de Urko Aguirre, un despliegue visual arrebatador que rodea al entregado reparto. La protagonista se mueve en un espacio que no parece de este mundo. Es la proyección de sus filias y fantasías, le dota de personalidad, y por extensión al cortometraje. Basándose en la rica imaginería de la cultura asiática, el mundo del cómic e hikikomoris reales, el trabajo se antoja fascinante, empapado de referencias bien integradas. Dará de qué hablar.