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CRITICA
Por: PACO CASADO
El cine español sigue ofreciéndonos escenas y hechos de nuestra Guerra civil o cercanos, con las consecuencias de ella ya en los años siguientes, en la posguerra, como lo que nos cuenta 'Lobos sucios', que mete demasiados elementos, con más buenas intenciones que logros finales, pero que para nada es despreciable.
Manuela es una minera criticada por los habitantes del pueblo de Casaio por considerarla medio bruja (meiga), por ser capaz de prever un accidente, pero dispuesta a embarcarse en un robo a los nazis con tal de tratar de curar a su hija de pocos años enferma.
Candela es su alocada pero valiente hermana pequeña que le acompaña en esta aventura en la que demostrarán que dos mineras gallegas pudieron cambiar el curso de la historia de la Segunda Guerra Mundial, al tiempo que ésta ayuda a los judíos huidos de los nazis a pasar a Portugal, en lo que colabora Edgar, el espía belga del que está enamorada.
En la Galicia de 1944 ellas son dos heroínas de ese pueblo minero que dieron una lección de humanidad en plena posguerra civil española, cuando los nazis se nutrían de las minas de wolframio de aquella región.
Se inspira ligeramente en personajes reales, aunque sus nombres han sido cambiados, y en las historias que sucedieron en esas minas gallegas así como en la huida de los judíos a través de los bosques de El Teisadal, sobre los que circulan oscuras leyendas, para pasar a Portugal.
Este drama histórico y personal está inspirado en esos hechos ocurridos en Galicia cuando Franco permitió al Tercer Reich explotar algunas de las minas que había en España para extraer el wolframio utilizado para la fabricación de tanques y armas para los ejércitos de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial, algunos de cuyos mineros eran prisioneros políticos de guerra que con esos trabajos conmutaban días de sus penas de cárcel que, en lo posible, colaboraban con los aliados para robarles el mineral; uno de ellos es Miguel, un andaluz al que llaman el Músico, que está enamorado de Manuela.
La trama de esta especie de thriller bélico está basada en un documental de igual título de 2006 dirigido por Felipe Rodríguez Lameiro, sobre unos personajes reales, aquí fusionados en las dos hermanas.
Trata de recrear con el mayor realismo posible las duras condiciones laborales no sólo en lo físico sino también de las sensaciones que se vivían en aquellas mimas ya que trabajaban rodeados de humo y polvo en condiciones penosas muy duras.
Está dirigida por el debutante Simón Casal que tras su experiencia televisiva realiza su primer largometraje de manera bastante clásica, defendiendo dignamente un escaso presupuesto con gran corrección formal, para traducir a imágenes un guion muy lineal y al mismo tiempo simplista, describiendo a los personajes de forma maniquea, a los nazis como despiadados, mientras que los mineros son aguerridos y heroicos en sus actuaciones.
Cuenta la historia por derecho acentuando la doble situación dramática, por una parte la de los mineros por sus condiciones de trabajo infrahumanas y por otra la de las dos hermanas con el drama de la niña enferma, ambas dispuestas a venderse físicamente con tal de ayudar a la causa.
Cuenta con dos estupendas actrices como protagonistas, Marian Álvarez y Manuela Vellés, que incorporan bien sus personajes.
El tono oscuro de la fotografía ayuda a meternos en el drama acompañado por la música con algunos aires galaicos.
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