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CRITICA
Por: PACO CASADO
Comienza con el encuentro entre Ernesto, un treintañero fotógrafo madrileño en paro, y Susan, una guapa chica neoyorquina, en una plaza de Madrid, en pleno verano.
Se gustan pero no de inmediato, aunque poco a poco va calando en su corazón. Al principio parece una historia de amor internacional o sin fronteras, pero los dioses no les son favorables, ya que las cosas se complican y tendrán que poner a prueba sus sentimientos.
En la película los protagonistas hablan casi todo el tiempo en inglés.
Una comedia romántica que ocurre en Madrid, en la que la ciudad tiene un papel protagonista con sus monumentos y sus turistas. Luego esto se va complicando, los lugares y las personas cambian, nuevos personajes aparecen, y el film deja de ser lo que en principio parecía que iba a ser.
Su argumento es liviano, muy ligero, y circula en torno a esos ligues que lleva a cabo Ernesto, lo que le dice a las turistas y a un amigo con el que se encuentra de vez en cuando para contarle sus aventuras amorosas sobre las que es aconsejado en la forma en que se ha de comportar con ellas.
Apenas hay secretos o intrigas en una trama lineal, sencilla, con poco que contar y casi nada que desvelar de la personalidad de los distintos protagonistas o personajes que van desfilando por la pantalla.
Esos encuentros y paseos en algunos momentos nos recuerdan los que daban los protagonistas de la trilogía de Richard Linklater que comenzaba con 'Antes de amanecer' (1995) en las que tampoco había mucho que contar por tal que aquellas cintas se hicieran míticas para cierta parte de la crítica.
Se trata de una película de bajo coste, hecha con un mínimo presupuesto (15.000 €) conseguido a base de crowdfunding, con actores debutantes o poco conocidos pero correctos, que casi nada ofrece y poco aporta a la filmografía de su director, aunque se deja ver con cierto agrado debido a una correcta realización, pero tampoco es que entusiasme ya que más parece un experimento fílmico que una historia con algo que comunicar y que nos interese de alguna manera.
El guion nos da la impresión de que no existe, que se fue creando conforme se rodaba, en donde el personaje y el actor, Víctor Vidal, se confunden en una clara improvisación sobre un pie dado, aprovechando las localizaciones y las características de los actores en función de la trama.
Cuarto largometraje de Miguel Santesmases, que debutó en la dirección con 'La fuente amarilla' (1999), un policiaco sobre las triadas de la mafia china en España, al que siguió Amor, curiosidad, prozak y dudas (2001), con guion de Lucía Etxebarría sobre la historia de tres hermanas y continuó con 'Días azules' (2006) en torno a los problemas generacionales y de momento 'Madrid, above the moon' (2015) la última de su aún corta filmografía, en la que casi todo está rodado a base de plano fijo, y que aquí comentamos.
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