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CRITICA
Por: PACO CASADO
El nuevo cine alemán hizo que una serie de jóvenes realizadores, con ideas originales, resucitaran a una cinematografía bastante mortecina últimamente.
No sabemos si la reunificación de las dos Alemanias le ha beneficiado, porque lo cierto es que las cintas de esta nacionalidad que llegan a nuestras salas en los últimos años son pocas.
La verdad es que también su producción no es tan abundante como antes, pero ciertamente 58 películas realizadas en el pasado año es algo así como casi el doble de la producción española.
A esa nueva generación de directores jóvenes, se ha unido recientemente Tom Tykwer, un cinéfilo empedernido, que desde pequeño hacía cine en Super-8 y 16 mm., que tiene en su filmografía varios cortos y que debuta en el largometraje con este film.
Como tal tiene los aciertos y defectos de una primera obra.
Nos cuenta la vida de una joven que vive encerrada en un piso con su padre paralítico y casada con un compañero de su padre que la trata con desprecio, por lo que prácticamente es la criada o esclava de estos dos hombres. Hasta que un día descubre el amor cuando se relaciona con un vecino del patio.
Ella pasa su tiempo escribiendo unas cartas que no envía nunca y almacenando en una caja los insectos que mata.
El descubrimiento del amor le llevará por otra parte a la tragedia. Una serie de flashbacks nos dará a conocer cómo llegó a esta situación.
Cinta realizada con pocos medios, auténtico cine de autor, en la que el director ha escrito el argumento, el guion y la música, que cuida con primor la puesta en escena, la colocación de la cámara o el comportamiento de los pocos actores que componen el reparto.
Su ritmo lento, su ambiente claustrofóbico, su historia llena de realismo, con algunas pinceladas de suspense, interesa poco al gran público, pero en el realizador se advierte que tiene pasión por el cine y que en un futuro puede dar mucho de sí, con su forma original de contarnos una historia como ésta impregnada de su propia personalidad y forma diferente de hacer su puesta en imágenes, sin dejarse influir por modas.
Un buen trabajo de Nina Petri, actriz compleja, de muchos registros, sobre la que se carga prácticamente todo el peso de la película ya que está todo el tiempo en escena y a través de la cual se nos da este duro retrato femenino de una mujer deseosa de libertad.
Ganadora de tres premios Bavarian: mejor director joven, actriz Nina Petri, actor Joachim Król. Premio Cámara Alemana a mejor film y guion. Mejor director nuevo en el Festival de Hof. Mejor actriz joven Katja Studt en el Festival Max Ophüls. Premio especial del jurado en el Festival de Sochi. .
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