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CRITICA
Por: PACO CASADO
Cuenta la historia de Davis Mitchell un exitoso ejecutivo experto en inversiones, que trabaja en la empresa de Phil, su suegro, que trata de entender su alejamiento emocional tras la repentina muerte de Julia, su esposa, en un accidente de automóvil.
Durante su estancia en el hospital una máquina expendedora tiene un fallo y escribe una carta de reclamación a la empresa propietaria y entabla una improbable amistad con Karen Moreno, la mujer que lleva el departamento de atención al cliente, a la que le cuenta su vida y actitud ante el luctuoso suceso, que le ha dejado viudo y le ha cambiado por completo.
A pesar de la presión de su suegro para recuperarse, Davis continua desconcertado, caminando, sin percatarse, a su autodestrucción y lo refleja desmontando compulsivamente los objetos que tiene a su alrededor, hasta que conoce a Karen.
Con la ayuda de esta mujer y su hijo Chris, comenzará un proceso de reconstruir la vida que anteriormente tuvo.
Es una historia sobre el dolor debido a la pérdida en un relato de superación, de recuperar el pulso para poder seguir adelante.
Una película que se regodea en lo extravagante y extraño, con cierto desorden narrativo, con momentos interesantes y escenas excesivas, con personajes al límite de sus posibilidades.
La relación por carta con la empleada le sirve para hacer de narrador en off y expresar algunos de los sentimientos que va experimentando el protagonista.
El guion hace una radiografía del dolor y la locura con varias sorpresas en la parte final que se nos antojan completamente incomprensible esas reacciones en una persona medianamente cuerda, como el hecho de ofrecerse a una obra que demolición, pagando, para así poder desahogarse destruyendo, como hace con los electrodomésticos, ordenadores y objetos que tiene a su alcance hasta terminar con su propio hogar derribando paredes y destrozando muebles, como una especie de metáfora de su estado anímico que le lleva a romper con todo para empezar otra vez.
El director de 'Dallas Buyers Club' (2013) y 'Alma salvaje' (2014) nos trae esta historia de recuperación personal, basada en hechos reales, más que convencional, que está más cerca de 'C.R.A.Z.Y.' (2005) o 'Café de Flore' (2011) a nivel visual y de narración.
Jake Gyllenhaal hace de un triste ejecutivo muy eficaz, viudo, que no estaba muy enamorado de ella que muere en accidente y empieza el calvario de intentar superar la pérdida, que no creemos que esté entre sus mejores trabajos y algo parecido ocurre con Naomi Watts, que suele estar bien en todos sus films.
Los excesos de ese mundo Jean-Marc Valle, un director nada fácil, los lleva al máximo en algunos momentos, logrando una cinta algo reiterativa en la que destaca un gran Chris Cooper estupendo en el personaje del suegro que sufre el duelo de una manera muy diferente que para él es la mejor, mientras que Davis intenta rellenar el vacío que le ha dejado la ausencia de su esposa con la presencia de Karen, en una historia de amor con final un tanto edulcorado.
El realizador canadiense pretende hacer un cine muy personal dándole un tono triste a la narración que simplemente queda en un relato que no resulta comercial llevado a cabo con un tono arriesgado y convencional, tratando de que parezca que tiene una creativa originalidad que no terminamos de hallar.
Premio del público en el Festival SXSW.
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