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CRITICA
Por: PACO CASADO
Tras ganar un par de premios en el Festival de cine de Karlovy Vary, siendo considerada la mejor del certamen, llega al Festival de cine europeo de Sevilla para participar en la sección oficial la película húngara 'It's not the time of my life', de Szabolcs Hajdu.
Hace un año que Ernella, Albert y su hija Laura de 10 años, salieron del país para buscar una vida mejor. Al no marcharles bien las cosas en Escocia regresan a Budapest y de repente se presentan en casa de Eszter, la hermana de Ernella, donde vive con su marido Farkas y su hijo de 5 años Bruno, en demanda de asilo temporal.
Ellos tienen una vida acomodada y están aparentemente en armonía, en cambio Ernella tiene graves problemas financieros.
Las dos familias nunca se han llevado muy bien, salvo Ernella y Eszter, a pesar de que no se han puesto de acuerdo en nada.
Poco a poco van saliendo a flote las envidias y prejuicios de los componentes de las mismas en sus tensas relaciones, deseos y frustraciones de los momentos más decisivos.
Es un curioso film, el sexto de este director magiar, que analiza el papel de la familia moderna y las crisis de la pareja, hecho poco menos que en familia, como se puede ver en los títulos de créditos por los apellidos, pertenecientes al director, su esposa y sus hijos al igual que las de la otra familia.
Está realizada sin un guion previo e improvisando previamente sobre las situaciones que se plantean a través de las cuales se hace un estudio privado de los problemas que surgen en el entorno familiar mediante el comportamiento de cada uno de los miembros de la misma cuando durante la estancia de Ernella y los suyos desaparece un sobre con una fuerte cantidad de dinero, que pone en entredicho el honor y la honradez de la familia pobre por parte de la acomodada, que da lugar a las discusiones que se ocasionan sobre el tema y el humanismo que se desprende de las situaciones que se crean.
La cinta está rodada con la cámara al hombro todo el tiempo situándose en todo momento en el punto de vista de alguno de los personajes que intervienen en la acción, trabajo realizado por 13 alumnos de cámara a las órdenes de Szabolcs Hajdu a los que les daba clase en la Universidad Metropolitana de Budapest.
Esto además de la familiaridad de los intérpretes hizo que el presupuesto fuera tan mínimo como el equivalente a unos 4.000 euros.
De esta historia posteriormente se hizo una obra teatral, ya que prácticamente todo se desarrolla en el mismo apartamento, que por cierto es la casa del director, que puede estar orgulloso del buen trabajo que consigue de sus familiares y amigos actores.
Globo de cristal a la mejor película y premio mejor actor a Szabolcs Hajdu en el Festival de Karlovy Vary. Premio del público en el Festival de Jameson.
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