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CRITICA
Por: PACO CASADO
Tras pasar por la Mostra de cine de Venecia y el Festival de cine fantástico de Sitges llega las salas españolas este nuevo thriller de ciencia ficción del aclamado director quebequense Denis Villenueve, el octavo de los realizados hasta ahora, con el que prueba en el género de la ciencia ficción.
Cuando doce misteriosas naves se posan en diferentes lugares de la Tierra, un equipo de élite, liderado por la experta traductora lingüista, Louise Banks, y el científico, Ian Donnelly, reclutados por el coronel Weber del gobierno Norteamericano para investigar e intentar comunicarse con ellos, tratan de superar la barrera de la incomunicación, algo prácticamente imposible, a priori. Nadie sabe cómo hacerlo, ni cuáles son sus intenciones.
Mientras la especie humana está al borde de una guerra mundial, Donnelly y Banks con su equipo buscan respuestas y de encontrarlas correrán el riesgo de perder sus vidas y tal vez la destrucción de la humanidad.
A pesar de que se trata de una película de ciencia ficción no es una producción al uso de este género ya que no tiene las habituales secuencias de acción, ni escenas trepidantes, ni espectaculares efectos especiales, en este caso juega con elementos más bien filosóficos, aunque no tan profundos como algunos pretenden.
Un film que puede levantar polémica porque se estrena con un lanzamiento masivo y no trata de la invasión alienígena, sino de cómo poder conseguir entendernos con ellos, ya que los protagonistas tienen que encontrar el lenguaje adecuado para ello y hacerlo en son de paz en lugar de luchar contra como si fuera una guerra.
En la cinta está el tema de la ciencia ficción pero también la historia sentimental de la relación de ella con Hannah su hija, a través de flash backs del pasado, que se aborda con humanidad, sensibilidad y delicadeza que constituye buena parte de la misma que sirve para entender realmente el personaje de Louise.
De camino se reflexiona sobre la paz, la maternidad, la reconciliación, la pérdida de un ser querido, los recuerdos, el amor, la vida, la muerte, etc.
El guion de Eric Heisserer se basa en el relato corto La historia de tu vida, de Ted Chiang, publicado en 2002, un texto difícil de trasladar a imágenes.
Villenueve es uno de los directores canadienses más populares, con un universo visual muy potente, que hace aquí una película que lleva a ritmo lento, que descoloca en muchos momentos, que puede ser incómoda de ver para el espectador, que habla sobre el lenguaje y cómo éste puede construir o destruir y eso es lo más interesante de este film que recuerda a 'Encuentros en la tercera fase' (1977), que revoluciona el género de la ciencia ficción de los últimos tiempos, siendo uno de los títulos más originales, pero a nuestro entender resulta frío, no emociona y altera bastante el juego con el tiempo.
Dentro de esa originalidad encontramos el tipo de la nave cuando estamos acostumbrados a que sean redondas, la propia figura de los extraterrestres que siempre los imaginamos de forma más o menos humana aunque extraña, cuando en realidad nunca hemos visto a ninguno, ni sabemos el perfil que pueden tener, aunque personalmente no nos guste el diseño dado en esta ocasión, o el propio lenguaje de signos del idioma y manera de comunicarse.
Resulta interesante el primer contacto alienígena para trabajar juntos y dialogar en lugar de enfrentarnos a tiros, cambiando los mecanismos del cine de invasiones extraterrestres en una cinta que halla el equilibrio entre su carga filosófica y temas como el amor, la pérdida, el miedo y la tensión propios del género.
Una llegada que no podía producirse en mejor momento a un planeta que se mantiene en una actualidad expectante.
El director canadiense de 'Incendies' (2010) y 'Prisioneros' (2013) dos buenas muestras de cine de género con calidad e inteligencia, siempre logra superar el género en el que se inscriben sus películas, como en este caso con una historia intimista, de facturación técnica interesante, con una fotografía a veces algo sucia, con un tratamiento riguroso y con imágenes evocadoras que mueven a la reflexión en lugar de enfrascarse en los efectos especiales preocupándose más por los enfrentamientos entre la profesora y el científico, entre la literatura y la ciencia, entre la violencia y la razón, utilizando el lenguaje como barrera y puente a la vez con los seres que nos llegan de fuera y con nosotros mismos para resolver los problemas.
Amy Adams está muy bien el papel de traductora y madre que hace creíble a su personaje con gran entereza y efectividad para mostrar el estado de ánimo según el momento y la circunstancia.
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