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CRITICA
Por: PACO CASADO
Esta es la última frase que se pronuncia en esta película y la que mejor define lo que es esta comedia con la que se pretende hacer reír al espectador más ingenuo que pensarse pueda.
Θltimamente el cine americano está haciendo muchos films de deportes y especialmente de béisbol que al parecer es el deporte rey allí.
Sus reglas nunca nos hemos preocupado de conocerlas y no nos interesan lo más mínimo, como a la mayoría de los posibles espectadores que acudan a ver esta cinta, que serán pocos, ya que no está arraigado en nuestro país.
Todavía para ellos puede (dudamos) que sea interesante si son aficionados al béisbol, pero que no nos torturen a nosotros que no nos interesa para nada.
Esta vez se ha querido adobar con la comedia y se idea un patoso argumento en torno a Gus, Richie y Clark, tres frikis, tres desplazados de la sociedad, que en su día chuparon banquillo de pequeños porque eran muy malos y lo siguen siendo de adultos.
Un día acuden en defensa de Nelson, un chico al que maltratan unos matones, que es hijo de Mel, un multimillonario y éste en pago les hará jugar un insólito campeonato en el que el premio es un enorme estadio para el ganador.
Aunque no conozcamos sus normas, creemos que con tres jugadores es difícil ganar un partido, menos un campeonato aunque sea contra chavales, y menos aún con tres pazguatos como éstos.
Una comedia absurda interpretada por tres cómicos muy famosos en EE.UU. pero que aquí el más conocido es Adan Sandler y su carta de presentación con 'Gigoló' (1999) y otros títulos parecidos no es muy recomendable. Los otros son John Hedder (Napoleon Dynamite, 2004) y David Spade (Dicky Robert, ex niño prodigio, 2003).
Tampoco el director es muy de fiar con títulos como 'Este chico es un demonio' (1990), 'La salchicha peleona' (1997) o 'Un papá genial' (1999).
El resultado no podía ser otro que nefasto.
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