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CRITICA
Por: PACO CASADO
Producida entre Canadá, EE.UU., España, Corea del Sur y dirigida por el cántabro Nacho Vigalondo, 'Colossal' (2016), tras ser estrenada en el Festival de Toronto y presentada en el Festival de Cine de San Sebastián llega a las salas españolas.
Después de que Tim, su novio, la abandone y la eche de casa por beber demasiado y perder su trabajo, Gloria, una treintañera en crisis que es un desastre, que vive como si fuera una estudiante a pesar de su edad, su ciclo de borracheras se ve cortado cuando decide dejar Nueva York, tras vivir varios años en la ciudad de los rascacielos, con una gran sensación de fracaso y volver al lugar donde pasó su infancia, una pequeña ciudad alejada del mundanal ruido de Manhattan.
Gracias a su reencuentro con Oscar, antiguo amigo y compañero de la adolescencia, que la contrata para trabajar en su bar, la joven conseguirá retomar su vida.
Mientras tanto, las noticias informan que un gigantesco monstruo está destruyendo la ciudad de Seúl y causando numerosas bajas en la población.
Gloria descubre algo sorprendente; cuando entra en el parque infantil que hay al lado de su casa, tiene una extraña conexión con el monstruo que imita sus movimientos, que se materializa en Seúl, donde está sembrando el pánico.
La película juega con la comedia, el drama y la fantasía para llegar a una anticomedia de monstruos tipo kaiju, género al que pertenece el popular Godzilla, prometiendo más de lo que finalmente no da.
Un argumento surrealista para una cinta con una mezcla de géneros, que arranca como una comedia romántica para convertirse en fantástica y alternar el drama y la intriga.
Es interesante la primera hora con algunos giros, pero con la aparición del monstruo pierde el oremus, entrando en un surrealismo que no caza con el comienzo de la historia. Cuando se pone seria mejora y está bien el desenlace.
Vigalondo siempre ha sido un director rompedor, ahí está la demostración en sus títulos 'Los cronocrímenes' (2007), 'Extraterrestre' (2011), 'Open windows' (2013) que no llegaron a convencernos y pensábamos que con la llegada a Hollywood se pondría serio con 'Colossal' (2016), cumpliendo lo que desde sus inicios prometía ser, pero no, sigue poniendo su sello personal en su cine.
Este director es especialista en los films más disparatados y en ese sentido éste puede ser su mayor logro. Pero el mérito no es sólo suyo ya que ha hallado en Anne Hathaway a la actriz perfecta para hacer un personaje patético. La ganadora del Oscar por 'Los miserables' (2012) está admirable en un papel que le permite ensayar un buen número de registros.
Por su parte Vigalondo despliega su ingenio a la hora de hacer el guion, pero podía haber buscado otra excusa menos surrealista para un relato que une el drama, la comedia de situación y el cine de monstruos, figura ésta que usa como una metáfora del alcoholismo (que sigue matando a inocentes en las carreteras).
Además toca de pasada, sin profundizar en ninguno, otros temas como las adicciones, el fracaso laboral, el maltrato, la pérdida de control, los traumas infantiles, el paro, la violencia machista, el feminismo y una crítica a las redes sociales, en esta producción independiente de bajo presupuesto (15 millones de dólares) que auna la tradición de los kaijus-eiga (extrañas criaturas en japonés), monstruos gigantescos asiáticos, cine de catástrofe, comedia y cine social, al tiempo que hace un homenaje a las películas coreanas de ese género. Por cierto los efectos especiales del monstruo, casi siempre de noche, son horrorosos, apenas se ve nada, resultando así un producto irregular.
Mejor film en el Festival de cine fantástico de Austin. Premio Lost Weekend a mejor director y actor (Jason Sudeikis).
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