Título: | TOKIO BLUES | |
Tit. Orig.: |
NORUWEI NO MORI | |
Nacionalidad: | JAPÓN, 2010 | |
Dirección: | ANH HUNG TRAN | |
Guión: | ANH HUNG TRAN. Basado en la novela escrita por HARUKI MURAKAMI | |
Fotografía: | MARK LEE, PING BIN | |
Música | JOHNNY GREENWOOD | |
Interpretes: | RINKO KIKUCHI, KENICHI MATSUYAMA, KIKO MIZUHARA, KENJO KÔRA, TETSUJI TAMAYAMA, REIKA KIRISHIMA, ERIKO HATSUME | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 16 AÑOS | |
Duración: | 128 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
En primer lugar hay que anotar el caprichoso cambio del título para ponerle otro en inglés que nada dice dado en Norteamérica.
Al menos el original estaba en la novela de Haruki Murakami como un homenaje a Los Beatles, ya que "Norwegian wood" es el nombre de una de sus canciones que precisamente se puede escuchar en los créditos finales.
A la vista de las anteriores películas del director vietnamita Anh Hung Tran, "El olor de la papaya verde" (1993) (dos premios en Cannes y un César), "Cyclo" (1995) (León de oro y Fipresci en la Mostra de Venecia), "Pleno verano" (2000) y "Vengo con la lluvia" (2008) algunas de ellas conocidas entre nosotros, tras pasar por varios festivales y cosechar premios, posiblemente no sea el realizador más adecuado para llevar a la pantalla la inadaptable novela del escritor japonés Murakami.
El guion trata de trasplantar el texto completo y eso hace que lastre el contenido del film, alargando en exceso la trama, introduciendo personajes secundarios que se quedan sin desarrollar y escenas que no son necesarias para expresar el dolor, el suicidio, el amor roto, el sin sentido de la vida, el paso de la juventud a la madurez, el materialismo, el fin de la inocencia y la sexualidad soterrada. Excesivos temas que están todos ellos expresados en la novela a base de sensaciones, con una gran serenidad, que es difícil de trasladar a las imágenes.
La cinta se desarrolla en torno a esas ideas y está expresada en imágenes bellas y agradables, con la misma lentitud que transcurre el paso de la juventud a la madurez, pausadamente, sin tensión, con una gran tristeza, lo cual resulta muy arriesgado.
La puesta en escena de Anh Hung Tran es formalmente acertada, está bien filmada, con una cuidada fotografía, pero adolece de un cierto desequilibrio y frialdad en su visión de la juventud, el amor y la muerte.
La película no decepciona pero tampoco entusiasma a pesar de tener intermitentes momentos logrados que no acaban de comunicar y transmitir los aspectos que pretende el texto literario.
Los films de este director no emocionan porque no acaban de ser redondos al intentar desviarse de sus orígenes y tratar de darle un look más occidental para que llegue a más cantidad de público, pero tal vez no sea el camino más adecuado para ello o no es suficiente para lograrlo.
"Tokio Blues" ganó el premio Fipresci en el Festival de Estambul.