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CRITICA
Por: PACO CASADO
Tras ser la película de la sesión de clausura del Festival de cine de terror de Sitges llega a las pantallas españolas "The Limehouse Golem" (2016).
Un asesino está sembrando el terror en la población de Londres en plena época victoriana con una serie de crímenes que ha sacudido a la comunidad hasta el punto que los vecinos creen que se deben a una criatura legendaria de tiempos pasados: un monstruo judío conocido como el Golen. Un curtido inspector intentará encontrar al causante de estos espantosos asesinatos.
La historia comienza en una barroca sala de music hall donde sube al escenario el actor más famoso de la capital londinense, Dan Leo, que narra el horrible destino de una joven que actuaba en ese mismo lugar, su querida amiga Elizabeth Cree, que está a punto de morir en la horca acusada de envenenar a su marido, el escritor y dramaturgo John Cree.
La ejecución de Lizzie es inevitable, pero el inspector John Kildare se hace cargo del llamado caso de The Limehouse Golem, en el que un calculador asesino en serie mata a víctimas inocentes sin ninguna relación, dejando tras de sí los mutilados cadáveres marcados con una misteriosa "M" como firma.
El guion de Jane Goldman, la libretista de "Kingsman: Servicio secreto" (2014), está basado en el libro gótico "Dan Leno and the Limhouse Golem", escrito por el historiador y novelista Peter Ackroyd, publicado en 1994, también conocido como "El juicio de Elizabeth Cree", que cuenta las andanzas de Dan Leno y John Kildare que transcurren en las misteriosas calles del Londres victoriano de 1880.
Juan Carlos Medina, director nacido en Miami (Florida) Estados Unidos, vuelve a mostrar su ambición como ocurría con su discreta ópera prima, "Insensibles" (2012), que pasó desapercibida, mezclando aquí varios géneros como el suspense, el drama pasional, el relato gótico criminal de época, en el que no falta una historia de amor, de rivalidad y de celos.
Al igual que se adaptó a la época de la guerra civil española en su anterior film, aquí refleja muy bien la etapa victoriana inglesa en la que se desarrolla esta trama policiaca llena de crímenes, con una buena ambientación, como es habitual en el cine británico, cuando se sitúa en tiempos pretéritos.
El guion de Jane Goldman esta vez está un tanto desequilibrado, llevando en paralelo la investigación de los crímenes y la defensa de Lizzie de haber matado a su esposo, ambos casos a cargo del inspector Kildare, recurriendo con demasiada frecuencia a los flash backs, constituyendo un rompecabezas indescifrable, herramienta que vuelve a usar para exponer todos los crímenes y justificar la autoría de los mismos quitando así la sorpresa y un mayor suspense e interés a lo largo de la trama.
En el ajustado reparto destaca la serenidad y mesura de Bill Nighy, la belleza y buen hacer de Olivia Cooke y la presencia de la española María Valverde en el personaje de Aveline, un papel muy distinto de los que suele interpretar, en este simple pasatiempo que se deja ver sin más.
La cinta está dedicada al actor Alan Rickman, que iba a ser el protagonista, que falleció días antes de comenzar el rodaje.
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