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CRITICA
Por: PACO CASADO
Es el debut como director de un largometraje, y lo hace directamente sin haber rodado ni siquiera un simple corto, del guionista Aaron Sorkin con una película autobiográfica, la vida de Molly Bloom, una esquiadora que a los 26 años tuvo que dejar de competir en los Juegos Olímpicos tras lesionarse en una caída y se dedicó a organizar timbas clandestinas de póquer, primero en Los Angeles y después en Nueva York, en los mejores hoteles donde proporcionaba toda clase de lujo a los que concurrían, cuidando el vestuario y las joyas que ella misma lucía, lo que ayudaba a la imagen que quería dar en ese mundo de hombres con famosos del cine, deportistas, mafiosos rusos, hombres de negocios de Wall Street y políticos, como Leonardo di Caprio, Ben Affleck, Tobe Maguire, entre otros, haciéndose millonaria en menos de diez años, pero es detenida por el FBI y lo pierde todo, teniendo que buscar a un abogado que la defienda.
En los primeros minutos la protagonista, con voz en off, nos explica cómo es y va mezclando el presente con su defensa y los recuerdos de lo que sucedió.
A ella le pusieron Molly Bloom por el personaje del Ulises, de James Joyce, y a pesar de cometer delito por violar algunas de las reglas del juego, terminó librándose de la cárcel y de todas las estancias judiciales.
Molly mantuvo siempre su integridad hasta el final y no vendió a nadie por dinero ante los tribunales aunque pudo hacerlo.
Las dos horas veinte son excesivas, está alargada y es algo reiterativa, agota un poco, pero funciona muy bien.
Es el pecado del debutante que no quiere dejar fuera nada en el montaje.
En el fondo habla del sueño americano, de ser el número 1, que lo intentó en el esquí y también en organizar timbas de póquer clandestino, sobre lo que escribió un libro, pero no cita en él a ninguno de los participantes, en el que se basa el guion de Aaron Sorkin.
Tiene un montaje excesivamente en corto aunque indudablemente le da agilidad a la narración en algunos momentos.
La historia es interesante, tiene unos diálogos rápidos y brillantes, muy bien ideados, de los que abusa, que todo hay que decirlo, como igualmente ocurre con el lenguaje del póquer que para los espectadores que no sean jugadores, ni conozcan este juego, algunos vocablos se les escapan sin entender lo que quieren decir con respecto a la jugada en cuestión.
Es realmente asombroso cómo se juegan auténticas fortunas en una simple mano así como la resistencia de algunos jugadores con tantas horas sentados en una mesa de juego poniendo en riesgo su dinero, a veces sin tenerlo, endeudándose sin medida.
Tiene un trío de actores estupendo tanto por parte de Jessica Chastain, que carga sobre sus hombros el peso del film como el apoyo que le presta un sobrio Idris Elba o la breve intervención de un serio Kevin Costner en el papel de su estricto padre.
Tras ser elegida por Aaron Sorkin para el personaje, Jessica Chastain, que fue nominada al Globo de oro por este papel, tuvo ocasión de conocer a la Molly Bloom real que la asesoró a preparar su interpretación.
Sorkin, guionista de 'Algunos hombres buenos' (1992), 'Malicia' (1993), 'El presidente y Miss Wade' (1995), 'La guerra de Charlie Wilson' (2007) y más recientemente 'La red social' (2010), por la que ganó el Oscar, o 'Steve Jobs' (2015), lleva la cinta a un ritmo endiablado, impropio de un debutante, con una buena réplica en los diálogos.
Nominada a dos Globos de oro: Jessica Chastain y guion. Premio del público en el Festival Mill Valley. Premio Chairman en Palm Springs. Nominada al Bafta a mejor guion.
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