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CRITICA
Por: PACO CASADO
'La casa del verano' (2018) fue presentada en los festivales de Venecia, fuera de concurso, y Haifa antes de concurrir a la sección oficial del Festival de cine europeo de Sevilla.
Anna es una guionista y directora de cine, italiana, pero vive en París, y durante las vacaciones de verano se marcha a la gran mansión que tiene su familia en la Costa Azul, en la riviera francesa, alejada del mundanal ruido, a la que todos los miembros de la misma se van a pasar las vacaciones estivales, momento que ella aprovecha para escribir el guion de su próxima película en compañía de Nathalie, su amiga y guionista habitual, con la que siempre colabora en todas sus obras.
En el instante de partir Luca, su actual pareja, le dice inesperadamente que no le va a acompañar, ya que ha conocido a otra mujer y que prefiere quedarse en París y con esa mala noticia Anna se marcha desolada.
Allí, mientras que se recupera de su sorpresiva ruptura sentimental, encontrará entre otras personas, a sus padres, su hermana Elena, su cuñado, que constituyen su caótica y disfuncional familia, además de amigos y los componentes del servicio de la casa, Jacqueline el ama de llaves, Gerard el mayordomo, el jardinero, Jean-Pierre el cocinero, su mujer y su hijo, y especialmente a Celia, su hija adoptada, una adolescente de color, que estaba más al tanto de los amores clandestinos de su adoptivo padre que su propia madre.
El frágil argumento de esta historia coral de enredos, lo componen las distintas andanzas y aventuras que le suceden a los diversos componentes de la familia y los habitantes de la casa, lo que constituye esta larga comedia que es un completo desmadre, a través de la cual la directora y guionista se dedica a la autocomplacencia en la que se ríe de sus propios films, de sus relaciones amorosas, de su familia e incluso de ella misma.
En la cinta se habla del hermano difunto de Anna, en referencia a Virginio Bruni (hermano de Valeria) fallecido de SIDA a quien está dedicada la película y a la memoria de Patrice Chereau.
Como comedia de situación, las aventuras de los miembros de la familia la verdad es que no resultan muy divertidas, además de ser bastante larga y algo premiosa, que no sirve más que para pasar el rato, tal vez porque se parece mucho a las suyas anteriores en las que también metía elementos autobiográficos.
La actriz italiana, nacida en Turín, Valeria Bruni Tedeschi, que lleva interpretados más de setenta films, entre los que le recordarán en 'Viva la libertá' (2013), 'El capital humano' (2013), 'Locas de alegría' (2016) y más recientemente en 'Un sol interior' (2017) que se presentó el pasado año en el Festival de cine europeo de Sevilla, en donde recibió su homenaje, además de varias seres de televisión.
Un día decidió pasarse a detrás de las cámaras y debutó en la dirección de un largometraje con 'Es más fácil para un camello...' (2003), a la que le han seguido 'Actrices' (2007), 'Un castillo en Italia' (2013) y ahora 'La casa de verano' (2018) que constituye el cuarto título de su filmografía y el primero que le vemos como directora y protagonista a un mismo tiempo, en el que continua con sus cintas autobiográficas, al tiempo que trata de las debilidades de la burguesía.
Lo mejor de esta película es el buen puñado de actores franceses e italianos a los que no hace ni falta que los dirijan, ellos se bastan para comprender e interpretar a sus respectivos personajes.
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