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CRITICA
Por: PACO CASADO
Es una radiografía de Dick Cheney en la que pinta a George Bush hijo como en segundo término, ya que según este relato el que mandaba era Cheney.
Hay un juego de palabras con el título original, ya que Vice es la abreviatura de Vicepresidente y a la vez significa vicio. El título español acierta en esta ocasión en lo que expresa este relato.
Es un repaso de la vida de este sujeto desde su juventud, que no fue nada brillante, en la que se nos dice que era un chico alcohólico, que fue expulsado de la universidad, un irresponsable al que su esposa tras una reprimenda le puso las cosas claras.
A partir de ahí fue mejorando en su comportamiento y estudió como becario del Congreso hasta lograr ir ascendiendo en el partido republicano y acabó siendo la mano derecha de George W. Bush, convirtiéndose en el hombre más poderoso del mundo.
La película tiene una voz en of de un personaje misterioso que hasta el final no se sabe quién es, que va ironizando con un tono ácido sobre todo lo que le va sucediendo a Cheney.
El retrato que hace de Cheney es el de un verdadero monstruo, que hace pensar en cómo nos manipulan, haciendo con los ciudadanos lo que quieren, que habla de cómo los medios de comunicación apoyan sus métodos, cómo se montó la guerra de Irak aunque no tuvieran pruebas de que hubiera armas de destrucción masiva, cómo consiguieron cambiar el lenguaje al no interesa lo de "calentamiento global" y se pasó a la denominación de "cambio climático" por este nuevo término, cómo se maquina para lograr sus fines que da miedo y todo eso no ha hecho más que empeorar.
Hubo un antes y un después tras meter Cheney la mano en las cuestiones que afectaban al mundo y a partir del 11-S fue su gran oportunidad para triunfar.
También se cuenta cómo se manipularon aquellas elecciones tan reñidas que se decidieron por los 400 voto de Florida.
El guion está escrito y dirigido por Adam McKay, del que se recuerda 'La gran apuesta' (2015), por cuyo guion, coescrito con Charles Randolph, ganó el Oscar.
En el de este film explora la historia de cómo un electricista de Wyoming pasó a ser un callado burócrata de Washington y acabó convertido en uno de los hombres más poderosos del mundo como vicepresidente de Estados Unidos durante el controvertido mandato de George W. Bush, de 2001 a 2009, que fue la mano que realmente movía los hilos del poder, que cada mañana se levantaba controlando lo que sucedía en el mundo, llegando a cambiar el panorama político norteamericano de manera irreversible.
Para el personaje, Adam McKay confió en Christian Bale de nuevo, que tuvo que engordar más de 25 kilos, actor que ya tuvo a sus órdenes en 'La gran apuesta' (2015).
Tal vez no sea uno de sus mejores papeles de Bale pero está muy bien, interpretando a este político retorcido y silencioso que siempre estuvo en la sombra pero que así logró mucho poder, cosa no habitual ya que un vicepresidente está por si se muere o dimite el presidente, ya que es un cargo representativo, sin poder habitualmente, menos en este caso.
Interesante es el trabajo de la oscarizada Amy Adams en el papel de Lynne Vincent y de un serio Steve Carell como Donald Rumsfeld, un actor al que estamos acostumbrados a verle en comedias e igualmente Sam Rockwell como George W. Bush.
Fue muy importante a su lado la labor de su ambiciosa mujer, que también tuvo varios puestos de relevancia, así como la evolución de sus hijas, una de ellas tuvo el valor de salir del armario.
Cheney destaca más ante personajes que se muestran menos brillantes como Donald Rumsfeld, que le ayudó en los comienzos de su carrera y al que después lo tuvo como su subordinado.
Él sabía que nunca llegaría a Presidente pero sí que podía mandar desde la sombra poniéndose a favor de las leyes a nombrar que le interesaba y teniendo la confianza del Presidente que le dejaba hacer.
Adam McKay ha evolucionado de dirigir comedias insulsas y vulgares como 'El reportero: La leyenda de Ron Burgundy' (2004) o 'Hermanos por pelotas' (2008) a títulos más serios como 'La gran apuesta' (2015) o 'El vicio del poder' (2018) y a fe que la mejora ha sido sustancial a juzgar por los resultados.
No obstante tiene la dificultad de todas las producciones que pretenden contar la vida de alguien y es que nunca resulta completa, ni satisfactoria para todo el mundo, además es excesiva en cuanto a la política norteamericana lo que puede hacer que no interese a todos los espectadores por igual.
Globo de oro a Christian Bale. Nominada a 5 Bafta.
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