|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Es difícil encontrar parecido al cine que hace Bigas Luna, un director que con sus virtudes y defectos es ciertamente original. Tras un comienzo en el que se dedicó al erotismo más descarado en 'Bilbao' (1978) y en 'Caniche' (1979), hizo después dos películas rodadas en Norteamérica 'Renacer' (1981) y 'Angustia' (1987) y volvió para hacer la radiografía gastronómica de nuestro país con 'Jamón Jamón' (1992), 'Huevos de oro' (1993) y 'La teta y la Luna' (1994) y tras ello comenzó una trilogía con la mujer como protagonista con 'Bámbola' (1996), que continúa con 'La camarera del Titanic' (1997) y completará 'Carmen', que quedó en simple proyecto.
Tras el fracaso de la polémica 'Bámbola' (1996), donde aún seguía sacando su vena erótica desgarrada, con 'La camarera del Titanic' (1997) da un giro de 180 grados y a través de la novela de Didier Decoin, ganadora del Premio Goncourt, en la que ha introducido algunos cambios, y se adentra en el más acendrado romanticismo de época.
Buscando algún antecedente en su filmografía al que se pudiera parecer, la que más conecta con ésta es 'La teta y la Luna' (1994).
Horty es un obrero francés que gana un concurso para asistir a la partida del Titanic.
La noche antes le pide asilo Marie, una camarera que ha de partir al día siguiente en el barco y no tiene donde dormir.
A su regreso, y por despecho hacia su mujer, cuenta una historia de amor, imaginada, que va recreando y que llama la atención de los concurrentes en el bar hasta hacerse popular.
En el film lo que realmente interesa no es la historia en sí, que es bastante simple, sino la evolución de los personajes, la transformación que la creencia de su propia mentira produce en Horty en quien esa misma obsesión le hace convertirse en un hombre distinto.
Hay una diferencia grande entre la historia real y la inventada en la que a pesar de tratarse de un relato amoroso, Bigas Luna se ha mostrado comedido, prefiriendo el romanticismo al erotismo más desbocado de anteriores cintas suyas.
A ese aire romántico contribuye la reconstrucción de la época, la buena ambientación e incluso la actitud que adoptan los actores en la recreación de sus personajes.
Excelente Aitana Sánchez Gijón, de una gran credibilidad en su papel de Marie y muy adecuado Olivier Martínez como Horty.
Bigas Luna ha hecho esta vez una película cargada de sensualidad pero a la vez poética, sutil, realizada con buen gusto, que logra una puesta en escena exquisita y una gran elegancia en los movimientos de cámara y resolución de las escenas.
Premio mejor director y Pirámide de oro a Bigas Luna y premio especial a Jean-Louis Benoît en el Festival de El Cairo. Premio del CEC a mejor guion. Goya a guion adaptado y vestuario. Premio Turia a Aitana Sánchez Gijón.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
TRÁILER'S
BANDA SONORA
CLIPS
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE