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CRITICA
Por: PACO CASADO
Atravesamos unos momentos en los que no sabemos si es porque está de moda el tema de darle su sitio a la mujer en la sociedad, pero estamos notando que cada vez más tienen protagonismo en las producciones cinematográficas y especialmente en las llevadas a cabo por ellas, abundando en todos los aspectos, como ocurre en este caso, que están en la novela, la dirección, el guion, la música y por supuesto en la interpretación.
El joven Charlie tiene una pelea en el patio del colegio, por lo que acaba en la consulta de la doctora Jean Markham, que acaba de regresar de Escocia, a su ciudad natal que abandonó con mala fama cuando era una adolescente, para hacerse cargo de la consulta de su difunto padre, durante bastante tiempo cerrada.
Al conocer el interés de Charlie por las abejas, fascinado por estos insectos, su vida, su trabajo y la solidaridad que existe entre las obreras que hacen las labores de limpieza y elaboran la miel, Jean le invita a visitar las colmenas que tiene en su jardín y le anima a contarles sus secretos, como hacía ella cuando era una niña.
Cuando un día Jean conoce a Lydia, la madre de Charlie, una mujer separada de su marido, que está con otra mujer, entablan una buena amistad y poco después se enamoran, en un entorno muy difícil, ya que inesperadamente las dos mujeres se sienten atraídas de una manera que nunca hubieran imaginado.
Lydia atraviesa un mal momento, abandonada por su esposo, y despedida del taller donde trabajaba, es desahuciada de su casa por no poder pagar el alquiler y Jean le ofrece trabajo en la suya lo que les acerca cada vez más.
Confundido al principio, Charlie comienza a ver la felicidad que le aporta a su madre la relación con Jean, pero en una ciudad pequeña y en 1952, su secreto no puede permanecer oculto durante mucho tiempo.
El guion adapta la novela 'Tell it to the bees' de Fiona Shaw y está dirigida por Annabel Jankel, que debutó en el cine con Muerto al llegar (1988) al que siguió Super Mario Bros. (1993) y tras estar más de veinte años dedicada a la televisión, nos ofrece ahora su tercer largometraje, 'El secreto de las abeja' (2018), con una historia totalmente diferente a aquellas, que cuenta esta relación de amor, que se desarrolla en una pequeña ciudad de Escocia entre esas dos mujeres de diferente clase social que cambiará sus vidas, una situación prohibida y escandalosa para la sociedad de aquella época, en la que los secretos de un amor prohibido tiene consecuencias inevitables.
Su originalidad es que está enfocada desde el punto de vista de Charlie y en el paralelismo que se establece con las abejas, en las que en cada colmena siempre hay un zángano.
Es una historia íntima entre dos mujeres, un amor por tanto no admitido socialmente en aquellos tiempos.
Entre otros temas toca el aborto, el lesbianismo, la separación, el desempleo, el desahucio y la exclusión de algunas personas por no estar de acuerdo con la forma de vida de los demás.
Las abejas del título del film no son sólo una metáfora, sino que también tienen su protagonismo en la película.
La sociedad de las abejas hacen un perfecto contraste con la de las personas en la que se desarrolla la incomprensión, el egoísmo, el machismo y la diferencia de clases.
Son dos mujeres socialmente marginadas, Lydia no cuenta con recursos, se mantiene sola, mientras que Jean es rechazada por la rumorología del lugar entre otras cosas por ser doctora algo que no era habitual en esos años.
Rodada de una forma clásica y académica, con sensibilidad, delicadeza y ternura a la hora de tratar el tema, sin tensión, pero en el tramo final se hace más interesante de lo que al principio se pueda pensar.
Es una cinta para los que busquen un relato sencillo y sin pretensiones una de esas historias ocultas de amor entre mujeres, que se ve muy fácilmente.
Premio Pink Aple del público. Mejor banda sonora en el BCN Film Fest.
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