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CRITICA
Por: PACO CASADO
Película documental inspirada en la figura de Werner Herzog, uno de los mejores directores de nuestro tiempo que en 1974 caminó desde Munich a París en un acto de fe, en una especie de peregrinaje de 775 kilómetros que comenzó el 23 de noviembre y acabó el 14 de diciembre de 1974 hasta terminar en la filmoteca francesa.
Ahora en 2019 el director madrileño Pablo Maqueda emprende la misma ruta que Herzog hizo entonces en pleno invierno siguiendo literalmente los mismos pasos que dio el admirado director alemán, que para él es como un dios al igual que Billy Wilder lo es para Fernando Trueba, haciendo con este trabajo una especie de carta de amor al cine de Herzog y al cine en general con mayúsculas.
Un viaje a través de los pueblos, la naturaleza, la soledad y el frío, en busca de lo que significa la creación fílmica.
Los hechos y la experiencia del cineasta germano quedaron impresos convertido en un libro titulado Del caminar sobre el hielo, en 1973, en un acto de amor desesperado por intentar salvar la vida de su amiga y mentora Lotte Eisner.
En ese libro vertió los pensamientos que le sugerían lo que veía por el camino, algunos de cuyos fragmentos figuran de forma literal en este documental y que constituyen casi lo mejor que en el mismo se nos ofrece.
En este sentido el cineasta Pablo Maqueda, que es quien firma esta película, lo llevaba físicamente consigo durante todo el trayecto para seguir paso a paso cada lugar donde estuvo Herzog, su director más admirado, y que siempre lo tuvo presente durante la filmación de este trabajo en el que tuvo que salvar no pocos obstáculos, como también le ocurrió al cineasta germano en algunos de los rodajes de sus films, caso de Fitzcarraldo (1982).
Maqueda es el autor del guion, la dirección y la fotografía que realizó con dos cámaras ya que en ocasiones también aparece en la imagen rodando como protagonista de esta historia.
Un duro camino que él mismo asemeja a la creación cinematográfica que suele está lleno de inconvenientes y de problemas para poder sacar una cinta adelante como ésta producida por su propia esposa Haizea G. Viana.
El documental está dividido en siete capítulos.
I) El gran éxtasis del cineasta Herzog. II) La cueva de las películas olvidadas. III) La cólera de la naturaleza. IV) Encuentro al final de la niebla. V) El fantasma de la noche. VI) Instrucciones para navegar un barco por unas montañas y VII) Querida Lotte.
Este último título se refiere a Lotte Eisner que está considerada como la cofundadora de la Cinemateca francesa junto con Henri Langlois.
Finalmente hay un Epílogo que está dedicado a su mujer Haizea.
La película está filmada todo el tiempo cámara en mano con lo que en algunos momentos resulta algo molesto y a veces repetitiva con la imagen de los pasos caminando, mientras que en otros obtiene imágenes de una gran belleza de los maravillosos paisajes sobre la naturaleza en su mayor verdor, a veces con niebla otras con nieve, que va captando en su caminar por los pueblos y lugares tanto alemanes como franceses.
Las imágenes está acompañadas por la música del compositor José Venditti que resaltan la belleza del paisaje creando una experiencia sensorial.
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