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CRITICA
Por: PACO CASADO
Para ambientar esta historia se inicia con unas imágenes de la vista del Papa Juan Pablo II a los Estados Unidos y a partir de ahí un reconocido exorcista con cierta fama, el Padre Peter, se reúne con un sacerdote novicio, el Padre Daniel, que recién empieza su ministerio para su primer día de docencia.
A medida que se van introduciendo de manera más profundamente en el tema del exorcismo, las líneas que hay establecidas entre el bien y el mal se van diluyendo y van haciendo aparición los propios demonios.
Previamente, al comienzo ha habido un exorcismo hecho a un joven llamado Nicky que como resultado del mismo murió el Padre Louis, que era el oficiante, y la víctima también, pero en vuelto en llamas, en el que estuvo presente en su momento el padre Peter.
Primero Peter y Daniel visitan un hospital de campaña donde tienen una experiencia donde Helen, una mujer que se encarga de cuidar a los que están internados es atacada por un demonio.
Mientras tanto el Vaticano, a pesar de la ola de personas poseídas, no es muy partidario de practicar los exorcismos.
En un momento determinado en este deambular, visitan una casa maldita que está poseída, Daniel duda entrar.
Allí Charlie, que es solo un niño, ha matado a su madre y está recluido y Peter deja solo a Daniel cuando es atacado por Charlie que está endemoniado.
Desde la famosa película El exorcista, de William Friedkin, que puso de moda esta especie de género en el cine, se han sucedido muchos films sobre el tema, una veces recreando sucesos reales mientras que otras han surgido de la imaginación de los guionistas o adaptando novelas sobre el tema como la del título citado.
En esta ocasión parece que se toma el tema como si existiera una pandemia a través de la cual muchas personas resultan endemoniadas y la pareja protagonista ha de ir acudiendo a cada caso como el médico que trata de curar a todo el que esté contagia, endemoniado en este caso.
Al final en esta historia alguien tiene que ser el malo de la película y se saca de la manga en un giro inesperado.
Ciertamente los guiones de esta clase de historias no tienen mucha variedad, ya que casi siempre se trata de lo mismo, de expulsar a un diablo del cuerpo de una persona ya sea un hombre o una mujer.
En un principio Guy Pearce tiene poco aspecto de sacerdote en el papel del Padre Peter por su forma de vestir y de comportarse, con aspecto de matón, a pesar de que se dice que tiene 25 años de experiencia en el ejercido de su ministerio, mientras que por su parte Vadhir Derbez (hijo del actor Eugenio Derbez), en el personaje del Padre Daniel, es todo lo contrario, de espíritu apocado tal vez por su aún poca experiencia como sacerdote y metido en un berenjenal como el que tienen por delante.
Por su parte Justin P. Lange se hace responsable del guion y de la dirección en este su segundo film cuyo argumento lo extrae del tercero de los cortos realizados antes de pasar a debutar en el largometraje con 'The dark' (2018).
La verdad es que su trabajo tampoco aporta mucho para salvar esta nave del naufragio.
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