|
CRITICA
Por: PACO CASADO
En estos momentos están de moda en el cine americano las sagas juveniles de las que ya tuvimos ocasión de ver, Crepúsculo (2008), Divergente (2014), Los juegos del hambre (2012) o El corredor del laberinto (2014) y ahora parece que nos llega una nueva con La quinta ola (2016).
La trama ocurre en la actualidad, en Ohio.
Cuatro olas de ataques mortales han devastado la mayor parte de la Tierra.
En la primera falta la electricidad y el agua corriente, en la segunda un gran tsunami produce una gigantesca inundación en las distintas ciudades, en la tercera unos virus ocasionan una enfermedad mortal, en la cuarta se produce la invasión de alienígenas camuflados entre la población.
Con ese escenario de miedo, confusión, terror y desconfianza como telón de fondo, Cassie Sullivan, una adolescente de 16 años, se encuentra huyendo y tratando de encontrar desesperadamente a Sam, su hermano pequeño.
Mientras se prepara para la llegada de la inevitable y letal quinta ola, Cassie conoce a Evan Walker, un joven que le ha salvado la vida, que podría convertirse en su última esperanza... si pudiera confiar en él.
Esta vez se trata de la adaptación del primer libro de la trilogía escrita por Rick Yancey, que se publicó en el año 2013, al que siguieron un segundo, El mar infinito, y un tercero, La última estrella, en los años sucesivos que aspiran a convertirse en una nueva saga cinematográfica para adolescentes cuya trama gira en torno a una amenaza extraterrestre en la que la Tierra se convierte en víctima de sucesivos ataques, aquí llamadas olas, que le vienen del espacio exterior.
Ya se han producido cuatro anteriores que han diezmado la población mundial y se está en espera de la quinta cuya llegada es inminente.
La dirección corre a cargo de J Blakeson que es la segunda película que dirige tras haber debutado en el largometraje con el thriller 'La desaparición de Alice Creed' (2009), que fue premiado en varios festivales.
El guion adopta un estilo de ciencia ficción bastante clásico, pero más bien realista, sin demasiada fantasía por lo que no hay muchos efectos especiales, salvo al principio, en este primer capítulo, que no es deprimente o pesimista, sino que tiene un rayo de esperanza.
A lo largo de la trama se producen dos acciones paralelas, la búsqueda por arte de Cassie de su hermano y por otro lado la acción que lleva a cabo el coronel Vosch que ha reclutado a los niños a los que adiestra para convertirlos en soldados con los que combatir a los extraterrestres camuflados.
Aquí Cassie, a diferencia de en otros films, no pretende salvar el mundo con su actuación sino simplemente quiere encontrar a su hermano al que a su padre le prometió cuidar y defender.
Es en realidad una historia de supervivencia en un mundo en el que ha desaparecido toda la tecnogía y se ha vuelto primitivo
y en el que hay que hacer frente a un enemigo invisible.
Para adornar un poco más este elemental argumento se le añade una historia de amor en una especie de triángulo entre Cassie, Evan y Ben, un compañero de ella de cuando estaba en el instituto.
El relato, hasta ahora, da poco de sí por lo que tras comenzar con las primeras olas en lo que está su mayor interés, el resto se hace un poco reiterativo, repetitivo, aunque de momento al menos entretiene.
Lo que llama la atención es que haya sido necesario recurrir a tres guionistas para aportar tantos tópicos que, como primera entrega, queda con un final abierto a la espera de las siguientes.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
PREMIERE