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CRITICA
Por: PACO CASADO
Parece ser que nuestros cine se ha aficionado a hacer películas de ciencia ficción en los últimos productos facturados por la industria cinematográfica española, pero como todas sean de la misma calidad de la presente estamos aviados.
En esta ocasión se ha elegido al mismo tiempo un argumento destinado al lucimiento de una estrella de la canción como es el caso de Marta Sánchez, que para que éste sea mayor se le hace incluso interpretar dos papeles, uno como una estrella de las canción, lo que es en su vida real y como un robot construido al efecto para suplantar a la verdadera artista, llamado Supernova. Todo ello esta maquinado por un malvado, como es propio de esta clase de argumentos, que curiosamente se llama el Conde Nado.
El film en cuestión se podría calificar de un simple tebeo cinematográfico, que sin embargo tiene poco de cine llevado a cabo por un realizador como Juan Miñón que aún no siendo un director nobel, sin embargo demuestra tener muy pocas ideas, máxime cuando se tropieza con un guión tan simplote y de tan escasa calidad.
La cantante Marta Sánchez demuestra tener muy cortos registros como actriz y para colmo se le dan no uno sino dos papeles. Esto es algo así como el cuento: si no quieres arroz... dos tazas.
Con Javier Gurruchaga se demuestra lo que puede dar de sí cuando tiene un director que lo sepa dirigir y sacar de lo que es capaz como sucedía en El rey pasmado, y no el personaje tan ridículo que posee en esta cinta.
En definitiva un mal producto de una industria como la española que nos quiere vender gato por liebre.
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