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CRITICA
Por: PACO CASADO
La cinematografía japonesa es de las pocas que aún conserva la costumbre de realizar producciones en dibujos animados frente a tanta tecnología como se usa por ordenador para hacer esta clase de películas, que no siempre son para niños, sino que a veces también se hacen pensando en los adultos, sobre todo cuando son de acción del estilo que llaman manga con luchas de artes marciales incluidas.
En este caso se trata de una especie de drama con algunas pinceladas de comedia que hacen reír en algunos momentos con las actitudes que adoptan las tres protagonistas.
La historia sigue a tres mujeres adultas, de dos generaciones distintas, que crecieron viendo en la televisión la serie que se emitía en 1999 protagonizada por la mágica Ojamajo Doremi, que duró en antena cuatro temporadas.
Mire, la mayor, es una profesional de una empresa que al ser sacada de un proyecto ella no está conforme, al defender un comercio justo, dimite y se marcha.
Reika es la más joven, está a punto de cumplir los veinte años, le gusta dibujar, tuvo problemas de pequeña con su padre que ahora se encuentra enfermo en un hospital y cuando va a verlo él no la reconoce, tras haber estado tanto tiempo separados, y se va.
Y Sora es maestra de escuela de niños discapacitados y tiene querencia hacia uno de ellos que también va a visitarlo.
Las tres se encuentran casualmente visitando la casa que sirvió para el rodaje de la serie de la que todas conservan aún su correspondiente bola mágica, como la que usaba la protagonista, lo que de alguna manera, aunque no tengan nada en común, algo les une y deciden conservar su amistad.
De esa manera Mire, junto con Sora y Reika, deciden visitar los lugares de la serie y así les ocurren una serie de aventuras que es lo que constituyen el argumento de este entretenido film.
De esa materia va un poco la cosa, pero no entendida como juegos de magia, sino como esa cualidad que tienen algunas personas en su interior.
Una nueva historia mágica que comienza una vez que se embarcan en ese viaje juntas, en el que tienen oportunidad de reír y de llorar, siempre pensando que Doremi ha estado a su lado con su magia.
La dirección corre a cargo de Jun'ichi Satô, un veterano realizador, fundamentalmente de series de televisión, con más de medio centenar de títulos, algunos cortos y varios largometrajes, de los cuales tan solo se ha estrenado en España 'Amor de gata' (2020) siendo éste que comentamos uno de los pocos que ha hecho para el cine, estando esta vez ayudado por Yu Kamatani que de esta forma debuta en un largometraje, con una sencilla animación.
Es un guion de Midori Kuriyama cuya historia pensamos que está algo estirada introduciendo varias situaciones que se podían haber abreviado sin que por ello sufriera la narración, pero tal vez de lo que se trataba es de llegar a la duración standard de un largometraje.
Se deja ver, aunque no se conozca la serie de referencia, ya que es un canto a la amistad, sin que destaque nada en particular, aunque choca la actitud de las mujeres en algunas ocasiones cuando la cosa no les va su favor.
Mejor film de animación en el concurso Mainichi.
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