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CRITICA
Por: PACO CASADO
El éxito conseguido por la película Kramer contra Kramer (1979) dirigida por Robert Benton e interpretada por Dustin Hoffman y Meryl Streep, hizo que los productores encaminaran sus pasos a seguir en esa misma dirección, tratando los problemas de la familia norteamericana y sus demembración cuando las relaciones entre los componentes de la misma van de mal en peor hasta terminar en el inevitable divorcio.
Este es el mismo esquema que se ha elegido para este film que tiene algo de semejante con el anteriormente citado.
Aquí el dramaturgo, Ivan Travalian, es abandonado por su esposa Gloria, al marcharse con otro hombre, dejándolo cargado con cinco hijos, de los cuales, únicamente uno de ellos es de su relación mantenida con Ivan, los restantes son el producto de antiguos maridos de su esposa, que confiesa que sus matrimonios tan sólo le duran dos años.
Toda esta carga le viene encima al protagonista, que es dramaturgo, cuando le acaban de aceptar una comedia y está enfrascado con los ensayos de la misma y el inminente estreno en los escenarios de Broadway a punto de producirse con el consiguiente estrés que ello le produce.
Por su parte Alice, la actriz principal de la compañía, se ofrece a mudarse a su casa para echarle una mano, pero no está acostumbrada a convivir con niños.
El dramaturgo se enfrenta al problema de criar a su propio hijo y las hijas e hijos de su ex esposa en ese momento tan crucial para sus vidas.
A pesar de todo ello, no quiere que estas dificultades, que han surgido debido al divorcio, desunan a su numerosa familia y no obstante lucha porque ello no se produzca, con la consiguiente comprensión por parte de sus pequeños.
La idea del guion de esta cinta surgió en una conversación de Israel Horovitz, amigo personal de Al Pacino, con el productor Irwin Winkler.
Está escrito por Israel Horovitz, también autor teatral en otros momentos, que aporta su propia experiencia personal en este tema como padre divorciado y con dos de sus tres hijos, naturalmente novelizada para su adaptación a la pantalla.
Arthur Hiller, director de la famosa Love Story (1970), con Ryan O'Neal y Ali McGraw, al que se le dan bien las películas dramáticas, aunque no sea un realizador especialmente inspirado y brillante, sin embargo trata de sacar a flote este drama apoyándose principalmente en la interpretación del actor Al Pacino, en quien recae casi todo el peso de este film, en un papel bastante humano y muy distinto a los que acostumbra a interpretar como un tipo duro, como es el caso de sus personajes respectivos en cintas como El padrino (1972) o Serpico (1973), entre otras.
Por su parte le siguen bien en sus trabajos que les han caído en suerte Dyan Cannon como Alice Detroit, la comprensiva primera actriz de la compañía teatral, mientras que Tuesday Weld asume el papel de Gloria, la esposa que le acaba de abandonar.
Al Pacino fue nominado al Globo de oro como actor dramático por esta actuación.
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