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CRITICA
Por: PACO CASADO
Primero se realizó Elizabeth (1998), sobre el inicio del reinado de Isabel I, que fue nominada a siete Oscar y que introdujo definitivamente al director paquistaní Shekhar Kapur en el cine británico y a la australiana Cate Blanchett la lanzó al estrellato, consiguiendo el Globo de oro como mejor actriz y la nominación al Oscar, que años después ganaría ella como intérprete secundaria por El aviador (2004).
Dado el éxito de aquella película se pensó en una trilogía y aquí está la segunda parte, nueve años después, en la que la reina Isabel tiene que soportar varias crisis al final de su reinado, además de las intrigas en la corte, un complot de asesinato, el ataque de la Armada española y alguna que otra decepción romántica en lo personal.
El relato se inicia en 1585 y termina en 1588 con el desastre meteorológico que hundió a la Armada Invencible española, cuando el rey Felipe II, tras la decapitación de la católica María Estuardo, reina de Escocia, manda a sus barcos a luchar contra Inglaterra, que no contra los elementos, según la célebre frase histórica.
En este sentido el guion nos da la visión británica, es decir, la protestante reina virgen, que ve transcurrir los años sola mientras mantiene con puño firme el poder y los destinos de su nación, sosteniendo una batalla consigo misma; es la buena mientras que el fundamentalista católico Felipe II es el malo, el intolerante, al que se ridiculiza en la interpretación caricaturesca que hace del personaje el actor español Jordi Mollà.
El film se toma algunas licencias históricas, combinando los momentos espectaculares con otros más íntimos que se centran en las relaciones de la soberana con el corsario aventurero Walter Raleigh, dedicado a desvalijar los barcos españoles, al que nombra sir y para no tener relaciones con un plebeyo, se lo ofrece a su dama de confianza, Bess Throckmorten, para así tenerlo cerca, aunque después sienta celos de sus amores.
Buena parte de los méritos de esta cinta residen en la sublime y dúctil interpretación de Cate Blanchett que repite como Isabel I así como Geoffrey Rush en el papel de Francis Walsingham, que continúan, como en la primera parte, a las órdenes del director Shekar Kapur que hace una espectacular, brillante y barroca puesta en escena, con vistosos movimientos de cámara, una excelente ambientación y fastuoso vestuario que ha sido galardonado con el Oscar.
Premio AFI del Instituto australiano para Cate Blanchett. Premio Capri para Alexandra Byrne por el vestuario. Premio Sant Jordi a Cate Blanchett. Premio Satellite a la producción y al vestuario.
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