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CRITICA
Por: PACO CASADO
'Ariane' (1957) es una película que está causando un gran impacto, tanto de crítica como público, ya que una obra de Billy Wilder no suele pasar desapercibida.
Se trata de una comedia que basa su éxito en la gracia con que está tratado el asunto y la excelente interpretación de sus principales protagonistas.
Es la historia de la hija del detective privado parisiense, Ariane Chavasse, que lleva una vida monótona entre sus estudios en el Conservatorio de música hasta que la profesión del padre le brinda la oportunidad de lanzarse a una aventura amorosa con la que pretende evadirse de su cotidiana forma de vivir.
Un playboy de mediana edad queda fascinado con la hija de este detective privado que ha sido contratado para atraparlo con la esposa de un cliente.
Uno de los motivos es que este film es una pieza picaresca, aguda y atrevida, con su atractivo mordiente, dentro de que es una ingenua comedia norteamericana resaltando sus cualidades sobre cualquier cinta europea al uso.
La propia simpatía que se desprende de sus personajes en sus costumbres, la intrascendencia con que se presenta su frívolo ambiente en determinadas escenas, como la de la seducción, entre otras, contribuyen al atractivo de esta comedia.
No se le puede negar a Ariane (1957), que posee un hábil guion escrito por ese importante guionista del género como es I.A.L. Diamond en compañía del propio Billy Wilder adaptando la novela de Claude Anet, como es algo habitual y una costumbre en este inteligente director, construido con rigor y soltura a pesar de las limitaciones que se aprecian de escenarios, pero sabiendo manejar bien a los personajes y las situaciones en que se encuentran, al tiempo que saca el máximo partido al notable reparto de actores que tiene a su disposición.
Gary Cooper sigue teniendo la sobriedad característica que tenía en sus westerns y ahora la aplica también a la comedia.
Por su parte Audrey Hepburn aporta la ingenuidad y la dulzura a su personaje y por su lado el francés Maurice Chevalier añade su elegancia y alegría contagiosa.
La música compuesta por Franz Waxman contribuye y ayuda a la película con su inspiración que se ha hecho muy popular por el tono agradable de su melodía que acompaña muy bien a las imágnes de esta entretenida comedia.
La dirección de la puesta en escena, el ritmo, los diálogos y el esfuerzo que hace Billy Wilder con los actores merece la pena destacarse, aunque no sea la mejor de su filmografía.
Laurel de oro a mejor comedia y a Audrey Hepburn. Premio de los escritores americanos al mejor guion. Nominada a tres Globos de oro: mejor comedia, Audrey Hepburn y Maurice Chavalier.
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