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CRITICA
Por: PACO CASADO
Tras el inesperado fallecimiento del alcalde de la ciudad, debido a un infarto, en el acto de demolición de un gran bloque de pisos, Pierre Forges, un joven y comprometido médico, es elegido para sustituirlo por su partido, algo que le reprocha su esposa ya que debería haber contado con ella.
El nuevo alcalde pretende continuar con la política de su predecesor que al parecer era bien aceptado por la ciudadanía, que quería rehabilitar el pobre barrio obrero situado en un suburbio en las afueras de París y construir pisos nuevos.
Haby Keita, una joven francesa de color, de origen meliense, que vive en uno de los pisos de esos bloques que está en ruinas, trabaja como funcionaria en el ayuntamiento y es además la presidenta de una asociación en defensa de los emigrantes y finalmente decide presentarse en las próximas elecciones locales como candidata a la alcaldía, ya que el nuevo alcalde no ha sido elegido, sino que es un simple sustituto del anterior lamentablemente fallecido en acto de servicio.
Haby no está dispuesta a que sus familiares sean expulsados del barrio donde ella creció y hará todo lo que esté en sus manos para tratar de impedirlo.
Se trata de la segunda película que realiza Ladj Ly, el director que tanto éxito cosechó con su anterior film, la nueva versión de 'Los miserables' (2019) que logró un premio en Cannes, fue candidata al Oscar y obtuvo más de una veintena de galardones internacionales.
En esta ocasión ha cambiado de género, se ha centrado en el tema político y social en defensa de los emigrantes, que son un problema que no sólo afecta a Francia, sino también a España, Italia, Portugal y el resto de los países europeos, en mayor o menor medida.
Es además una defensa del ser humano, ya sea blanco o de color, tiene su derecho a tener una vivienda digna, no un piso con dos habitaciones para meter una familia numerosa o más de una de ellas como suele ocurrir con frecuencia.
Eso mismo se agrava cuando se trata de los jóvenes que se emancipan y pretenden acceder a ese mismo derecho, al igual que deben implicarse en la política y votar por representantes que los defiendan.
El film trata de la inmigración, pero también de la expropiación en este caso concreto arguyendo intereses espúreos, ya que pretenden echarlos pagándoles un diez por ciento de lo que ellos abonaron por su piso.
Confluyen aquí dos líneas, por una parte la política del nuevo alcalde y por otra la de Hady en defensa de los suyos y de los ciudadanos en general.
Hay una tercera persona y es la de Roger Roche, el teniente de alcalde, un hombre de color, que se ve entre dos fuegos, la política municipal que defiende su partido y la referencia a los de su misma raza a los que cree en conciencia debe proteger.
El guion sigue bien las diferentes líneas de que se compone el argumento, ayudado por una sencilla puesta en imágenes y un correcto trabajo de los actores en general.
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