Título: | MALAS TEMPORADAS | |
Tit. Orig.: |
MALAS TEMPORADAS | |
Nacionalidad: | ESPAÑA, 2005 | |
Dirección: | MANUEL MARTÍN CUENCA | |
Guión: |
ALEJANDRO HERNÁNDEZ, MANUEL MARTÍN CUENCA |
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Fotografía: |
DAVID CARRETERO |
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Música |
PEDRO BARBADILLO |
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Interpretes: |
JAVIER CÁMARA, NATHALIE POZA, LEONOR WATLING, EMAR XOR OÑA, FERNANDO ECHEBARRÍA, GONZALO PEDROSA, PERE ARQUILLUÉ, RAQUEL VEGA |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 18 AÑOS | |
Duración: | 120 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
El almeriense Manuel Martín Cuenca (1964) debutó en el largometraje de ficción con la adaptación de la novela de Lorenzo Silva, ' La flaqueza del bolchevique ', que le valió el Goya a la mejor actriz revelación a su protagonista, María Valverde. Para su segundo largometraje elige un guión original escrito en colaboración con el cubano Alejandro Hernández acogiéndose a la fórmula de vidas cruzadas.
Ana trabaja en una ONG resolviendo el problema de los demás pero no puede solucionar que su hijo salga de la habitación en la que se han encerrado. Mikel acaba de salir de la prisión donde se ha enamorado de su compañero que no quiere saber nada de él. Y Carlos es un cubano que desea volver a Miami que se gana la vida traficando con puros y obras de arte, que es amante de Laura, la esposa inválida del rico socio cubano con el que hace negocios.
Todos pasan una mala racha y en algún momento cruzan sus vidas y tratan de ayudarse.
El guión resulta deslavazado, define pronto a los personajes pero después no evolucionan, se entretiene al principio en exceso en cada una de las historias y las acelera al final con momentos dramáticos en cada una de ellas, y aunque no da soluciones acaba abierto a la esperanza.
Los personajes tienen que replantearse sus vidas, tratando de adaptarse a las circunstancias. Se autoengañan creyendo que huyendo y no afrontando la realidad, pueden evitar sus consecuencias. Están perdidos en una soledad de la que no saben salir. Deben aceptarse porque siempre es posible encontrar un camino para seguir luchando y marchar adelante.
A través de ellos el film toca superficialmente temas como la emigración, la injusticia, la homosexualidad, las persecuciones, las depresiones o el exilio.
La cinta no cruza bien las historias y a veces resultan confusas produciéndonos indiferencia, por muy cercanos que sean los problemas, al mostrarnos una realidad rutinaria de cada día.
La actuación de los actores resulta irregular y la puesta en escena es funcional, con más buenas intenciones que logros.