Título: | CÓMO SER JOHN MALKOVICH | |
Tit. Orig.: |
BEING JOHN MALKOVICH | |
Nacionalidad: | EE.UU., 1999 | |
Dirección: | SPIKE JONZE | |
Guión: |
CHARLIE KAUFMAN |
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Fotografía: |
LANCE ACORD |
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Música |
CARTER BURWELL |
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Interpretes: |
JOHN CUSACK, CAMERON DIAZ, CATHERINE KEENER, NED BELLAMY, JOHN MALKOVICH, CHARLIE SHEEN |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 13 AÑOS | |
Duración: |
111 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Estamos ante el primer largometraje de Spike Jonze, más conocido en el mundo de la publicidad como Adam Spiegel. Lo primero que hay que destacar de este film es la originalidad de su guión y su planteamiento, aunque también hay que apuntar que desgraciadamente una vez que pasa la sorpresa inicial el interés se esfuma, cuando la novedad se vuelve reiteración y situaciones absurdas que no conducen a ninguna parte.
Craig es un titiritero que un día encuentra trabajo como archivador y descubre la puerta de un tunel que accede al cerebro de John Malkovich, lo que convierte en un negocio hasta que el actor lo descubre y quiere visitar su propio cerebro.
Como ven la idea parte de un absurdo, aunque por medio encontramos la historia de un matrimonio que tras diez años juntos se siente cansado y él coquetea con una compañera de la oficina hasta que le rechaza, y ella, mediante este viaje alucinante, descubre su otro yo homosexual con la compañera de su marido.
Como se aprecia todo es muy difícil de contar en este juego de identidades en busca de la propia personalidad, lo que desemboca en puro y duro surrealismo que hace que no sea plato de gusto para todos los públicos, aunque no se le niegue su originalidad inicial y su sentido del humor en ocasiones.
Spike Jonze no se le puede considerar como un debutante, ya que está acostumbrado a manejar el lenguaje cinematográfico, a narrar esas pequeñas historias que son los spots, y los cortometrajes que ha realizado, aunque aquí la experiencia es muy diferente ya que lo que nos cuenta es mucho más largo, excesivamente largo diríamos, puesto que si lo hubiera dejado en hora y media resultaría menos reiterativo.
Ha conseguido lo que no había logrado nadie hasta ahora: sacar fea a Cameron Díaz y controlar a un John Malkovich capaz de reírse de sí mismo. Pero la mejor de todo el reparto es Catherine Keener, que está nominada al Oscar, así como el guion y la dirección, lo que nos parece excesivo. Charlie Kaufman ganó el Bafta al mejor guion original. En el festival de Deauville consiguió los premios de la crítica y el especial del jurado. En Venecia logró el Prem,io FIPRESCI y una mención especial.